Además de votar por presidente de la República, el primero de julio también habrá elecciones para renovar al Congreso de la Unión.
Los partidos se reparten los lugares para llevar a sus cuadros a las cámaras de senadores y diputados para cumplir los compromisos de los candidatos presidenciales con los grupos de poder en cada instituto político.
En las listas de Morena hay personajes tan polémicos como Napoleón Gómez Urrutia, dirigente del sindicato minero que estuvo en Canadá exiliado varios años, para evitar a las autoridades mexicanas que lo acusaron de llevarse millones de dólares de los agremiados a su sindicato.
El PAN, por ejemplo, lleva en su listado a Miguel Ángel Mancera, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. A Mancera no lo deja tranquilo que aún no hay acuerdo para formar un gobierno de coalición en caso de que Ricardo Anaya ganará la elección y él ocupara la figura de Jefe de Gabinete.
Ambos, Mancera y Napo, no la tienen segura. El tribunal electoral regresó a sus partidos, PAN y Morena, para que resuelvan los conflictos internos que derivaron de sus postulaciones.
Del lado del PRI va Miguel Ángel Osorio Chong, que fue secretario de Gobernación cinco años y que llevó al país a una de sus etapas de mayor inseguridad y violencia de la que se tenga memoria. También está Jorge Carlos Ramírez Marín, uno de los operadores de Enrique Peña Nieto que sin ser del equipo original del de Atlacomulco, se ganó la confianza del presidente. ¿Saben cómo lo hizo? Nunca negó ni a sus amistades y mucho menos a quien lo impulsó a la política de grandes ligas.
Otros personajes que llagarían al Senado son Juan Zepeda, que es diputado local y que fue candidato del PRD al gobierno del Estado de México. Jugó muy bien su papel en la contienda del 17 para llevarse los votos de la izquierda y ser uno de los factores que impidieron el triunfo de la Morenista Delfina Gómez, quien también será senadora. Por cierto, Josefina Vázquez Mota, que compitió con los dos anteriores en la elección de junio pasado, tiene lugar asegurado.
Hay nombres que si generan optimismo: Olga Sánchez Cordero (de quien dicen sería inelegible por no cumplir con los años que marca la ley luego de dejar la Corte) e Ifigenia Martínez. Ambas van por el partido de López Obrador. Por el Frente va Xóchitl Gálvez. El PRI ha postulado a Beatriz Pagés, periodista y política de excelencia. Ellas le darían brillo a esa cámara legislativa.
Pero tenemos la otra cara de la moneda. ¿A quién le gustaría ver a Félix Salgado Macedonio, a Eruviel Ávila o Rafael Moreno Valle como senadores? ¿Alguien se sentirá representado por estos caballeros?
Estos son algunos nombres que los partidos nos proponen para enfrentar los tiempos que vienen. Las listas no satisfacen del todo. ¿Acaso no hay más políticos de nivel para postular?
La Letrina. Si la legalidad se impone y al INE no lo presionan como lo están haciendo, ni la panista Margarita Zavala, ni el priista Jaime Rodríguez, ni el perredista Armando Ríos Piter estarán en la boleta presidencial. Las irregularidades cometidas por estos políticos podrían, incluso, provocar que sean llevados ante el Ministerio Público. A ver si el INE aguanta y da señal de que las elecciones serán limpias.