Mucho se habla de los famosos millennials, bien, mal, a favor y en contra, nos ha dado por estudiarlos como si fueran una especie extraña recién descubierta. Desde que nos dio por subdividir y catalogar tanto generaciones como tribus urbanas pareciera que es mucho más fácil entender al mercado en cuanto a gustos y necesidades.
Baby Boomers ahora los sabios jerarcas, generación rebelde y propositiva, responsables de cambios esenciales en la humanidad, sus hijos, los X, pudiera parecer que todo lo recibimos en charola de plata y en parte si, nuestros padres rompieron fronteras y destruyeron tabúes, aun así tenemos nuestro chiste, sin duda la generación en la que los cambios tecnológicos fueron más estrepitosos, solo por mencionar un ejemplo: cuando éramos niños escuchábamos música en discos de vinyl en tornamesas que estaban en las salas familiares, pasamos de ahí a los casetes, luego a los CD’s, nos resumimos a los iPods posteriormente a las USB, y ahora sin ningún problema escuchamos y conseguimos música en aplicaciones como Spotify.
No tuvimos tiempo para dudar porque nos quedábamos en el camino, yo conservo telegramas que me mandaba mi abuela paterna en mis cumpleaños, durante muchos años me comuniqué por cartas con mis amigos y familiares de otros países, aprendí a usarlos bippers, y luego los teléfonos celulares y de la época de las estampillas y las semanas de espera a la inmediatez del Whatsapp, somos tal vez los únicos que podríamos hablar al respecto.
Convivimos a veces no con tanta fluidez ahora con los Millennials, con sus ideas y tendencias, sabiendo de antemano que son una consecuencia del ejemplo y el camino que dejamos generaciones anteriores, en el ambiente laboral convivimos todos, y eso implica la convivencia de nuestras historias, conceptos y escalas de valores lo que enriquece sin duda la vida de todos, experiencia, audacia y creatividad dan como resultado un bazar de propuestas y opciones.
Emergiendo está ahora la generación Z, estos niños que nacieron con el milenio, no forman parte aún del sistema laboral, no toman decisiones y apenas este año va a empezar a votar el primer grupo, son estudiantes en general, algunos ya empiezan con la escuela superior, prefieren carreras nuevas, innovadoras, de las que no nos suenan ni los nombres y ni siquiera nos imaginamos en dónde podrían encajar, son niños y niñas con muchas ventajas, tal vez ellos no lo sepan pero pertenecen a una sociedad mucho más diversa, asisten a escuelas con niños de otros países, conviven diariamente con religiones, razas étnicas, preferencias sexuales y filosofías de vida.
No aplica para ellos la palabra tolerancia ni aceptación, viven la diversidad con la naturalidad con la que deciden en dónde quieren vivir y qué quieren comer, a diferencia de nosotros (y gracias a nosotros) tiene un abanico de posibilidades para todo, no hay ya deportes ni pasatiempos exclusivos de género como era antes, niñas pueden boxear, jugar fútbol y elegir carreras en el ares de ingeniería o cocina sin ningún problema, niños pueden saber que tienen el derecho de ejercer sus preferencias sin ser condenados y sin tener que esconderse como si fuera un delito.
Para los jóvenes de hoy en día vivir, estudiar, votar, amar y emanciparse es un derecho, casarse, tener hijos o no, es una opción que de ninguna manera los condena ni excluye. Los jóvenes de hoy tienen abuelos, profesores y jefes Boomers, y padres, tíos e incluso hermanos X, tal vez por eso sean niños con un gusto musical amplísimo, con demasiada confianza en el futuro, que se atreven, que desean con certeza de que cualquier cosa que se les ocurra hacer es posible, son jóvenes solidarios y sensibles, ambiciosos, a veces egoístas como corresponde a la edad y a la época, sus posibilidades son infinitas, pueden ser líderes de opinión desde sus propias recamaras a través de un dispositivo, pueden tener amigos de todo el mundo aunque no hablen el mismo idioma, pueden estudiar en línea y comprar casi cualquier cosa a través de una pantalla, saben de ciencia, de aeronáutica, de maquillaje, de historia, pueden disfrutar en el momento que quieran casi de lo que quieran, música, conversaciones, visitas virtuales, juegos en línea, incluso romances en línea.
¿Esto es bueno o malo?
No lo podemos saber, simplemente es así, nada ganamos con mirar al cielo en busca de explicaciones, ellos son una consecuencia y nosotros parte de la responsabilidad, si bien cada generación tiene sus fortalezas, la de ellos sin duda es la igualdad de oportunidades y la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo.
Si usted tiene uno o varios individuos Z en su hogar véalo más como un compromiso que como un castigo, la vida sigue un curso y un ritmo que a veces es enloquecedor pero del cual como en los caballitos de la feria no nos podemos bajar, discriminar y segregar ya no se usa, la única manera de vivir en armonía es haciéndolo en equipo.
Bárbara Lejtik. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, queretana naturalizada en Coyoacán. Me gusta expresar mis puntos de vista desde mi posición como mujer, empresaria, madre y ciudadana de a pie. @barlejtik