El tiempo se acabó, sí, se acabó el tiempo en donde algunas mujeres eran sumisas, casi por obligación, simplemente por esas ideas absurdas del sexo fuerte y el sexo débil, que si nos ponemos a pensar un poquito, le ha hecho mucho daño al crecimiento mundial desde cualquier perspectiva que lo veamos y que ha hecho sufrir a muchas mujeres a lo largo de nuestra historia.
Hoy en día, vivimos en un mundo en donde el sexo femenino es fundamental para el desarrollo de diferentes actividades, se terminó el “ese puesto solo puede ser para un hombre” o “este no es un deporte para mujeres”.
Desafortunadamente, todas esas ideas estúpidas y machistas han llevado a muchos “hombres” a armarse de valor (si es que lo podemos llamar valor) para cometer barbaridades como acosar y abusar sexualmente de una mujer, y salirse con la suya al no recibir ningún castigo, ya que nunca se le denunció o acusó.
Afortunadamente, parece que todo eso está terminando, poco a poco, pero está llegando a su fin.
Las mujeres se han armado de valor, coraje, rabia, para levantar la voz y decir “Ya basta”, el tiempo se acabó, no más acoso, no más abuso, no más discriminación.
Desde hace varias semanas, un grupo de más de 150 gimnastas estadounidenses, denunciaron a un criminal llamado Larry Nassar, quien era el médico de la selección deportiva de la especialidad y que abusó sexualmente de ellas, sin importar absolutamente nada, ni siquiera que eran unas niñas.
Muchos años después, el infierno llegó a su final, por lo menos al conocer que Nassar pasará el resto de sus días en prisión y que no le hará daño a ninguna otra niña.
Muchos casos similares ocurren en el deporte, pero por miedo a quedar fuera de una competencia o equipo, los atletas no alzan la voz.
Trágicamente pasa con niños y niñas de todo el mundo, que buscan en el deporte un lugar en donde puedan desarrollarse, y terminan por sufrir ante tipos que están mentalmente desequilibrados.
Este tipo de casos hacen que todos seamos más cuidadosos al momento de llevar a alguno de nuestros seres queridos a practicar algún deporte. Se terminó la confianza, no hay que confiar en nadie, es mejor cerciorarse de quien entrena a los nuestros, que después lamentarnos.
Aplaudo a todos y todas las personas que hoy han decidido alzar la voz y los invito a que sigan motivando a aquellos que han sufrido o están sufriendo algo parecido para que no se callen más y que los culpables estén en donde deben estar, tras las rejas.
Jorge Alejandro Rubio Pérez. Periodista y director de deportes TV Educativa.