La inseguridad, la corrupción y la impunidad son los principales flagelos que inundan las encuestas de lo que más preocupa a los mexicanos.
El 2017 lo despedimos con la revelación que fue el más violento de los últimos años.
Lamentablemente la estela que dejo no ha dado tregua en el 2018.
La inseguridad genera miedo en las familias, incertidumbre en las empresas e inestabilidad en la sociedad.
En los primeros 30 días del año la violencia se ha disparado en diversas entidades federativas.
Nuestro pan de cada día son notas como: fosas clandestinas en Nayarit, cuerpos amordazados en Chalco, asesinan a músico en Xalapa, hallan calcinados a cuatro policías comunitarios en Guerrero, matan a turista durante tiroteo en Acapulco, tres muertos en el bar Oasis de Cancún, acribillan a ocho narcomenudistas en Nuevo León, abate Marina a cuatro en Reynosa, matan al jefe de seguridad de refinería de Pemex en Salamanca, tres muertos luego de una riña en Chiapas, mutilan a joven en Tlaxcala, ejecutan a tres en bar de Oaxaca y así podría llenar este artículo de notas rojas.
Cómo estará la inseguridad en México, previo a las elecciones del uno de julio, que el presidente Enrique Peña Nieto tuvo que cancelar una gira por Reynosa.
Incluso Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa, al llegar a Veracruz se enteró que en municipios como Nanchital y Coatzacoalcos se encontraron narcomantas con amenazas a funcionarios federales, estatales y municipales.
Así las cosas, el Gobierno federal tuvo que anunciar el envío de cinco mil elementos de la Policía Federal a nueve estados en donde se encuentras las ciudades más violentas de México.
Por lo pronto en Tijuana, Ciudad Juárez, el corredor Los Cabos-La Paz, dos ciudades de Jalisco, Chilpancingo, Cancún y Coatzacoalcos, en Veracruz, ciudades donde permea el narcotráfico.
Y mientras eso pasa, los candidatos buscan conectar con los electores a través “emotivos” spots, en lugar de proponer acciones concretas y reales para detener esta imparable violencia que puede incluso perturbar la elección.
Mientras haya videos como el del Parque de Silao, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en el que, durante la inauguración de un mural realizado por niños, a unos metros del evento ocurrió una balacera, nadie, ni los mismos candidatos podrán estar tranquilos.
La violencia se salió de control y ahora si, como diría el clásico ¡y nadie hace nada!