Editor / Cuando el escándalo de Harvey Weinstein sacudió a Hollywood nadie se imaginó que sería un fenómeno que sacudiría a todos, mucho menos que se destaparían denuncias tras denuncias de acoso y abuso sexual, así fue como Dylan Farrow aseguró -nuevamente- que Woody Allen, su padre adoptivo, abusó de ella cuando tenía siete años.
Farrow acusó a Allen por primera vez en 1992, en mitad de la amarga separación entre el realizador y su musa de 12 años. Meses antes quedaba al descubierto la relación entre Allen, 55 años, y la hija adoptiva de la actriz, Soon-Yi Previn.
Hubo dos investigaciones independientes, pero en ambos casos no se encontraron pruebas contra Allen. Periódicamente las acusaciones, siempre negadas por el director, vuelven a resurgir. Una sombra de duda que nunca detuvo al realizador, produciendo una película al año incluso en tiempos de crisis.
Pero esta vez puede ser diferente, ya que desde Natalie Portman a Mira Sorvino, Colin Firth, Greta Gerwig, Susan Sarandon, Reese Witherspoon, Rebecca Hall, Rachel Brosnahan o más recientemente Timothée Chalamet, todos han jurado no trabajar con Allen en solidaridad con las acusaciones de Dylan Farrow.
El panorama cambió gracias entre otras cosas a la labor de su hermano Ronan Farrow, el hombre que expuso en toda su crudeza los abusos sexuales y de poder cometidos en Hollywood. Y Ronan siempre creyó a su hermana, como ahora toda una nueva generación de estrellas.
En su última negativa, Allen reiteró su inocencia asegurando que la familia Farrow utiliza con “cinismo” la oportunidad ofrecida por el movimiento Time’s Up. No es el único que habla de oportunismo.
En el caso de Woody Allen, a diferencia de otros grandes nombres, solo una mujer ha denunciado al autor. Como recuerda en su defensa su biógrafo Robert Weide, acostarse con la hija adoptiva de su pareja -que no de Allen, que ni siquiera vivía con ella- puede parecer moralmente erróneo, lo mismo que la diferencia de edad que les separa, “pero eso no le convierte en pederasta”. Y las acusaciones de Dylan, de las que nunca se encontraron pruebas, han sido consideradas durante mucho tiempo un “asunto de familia” donde el pasado de Mia Farrow no hace más que polarizar los bandos.
Moses Farrow, otro de los hijos de Mia, asegura que las acusaciones fueron “plantadas” por su madre en la mente de una niña demasiado impresionable. Allen, casado desde hace 20 años, aún cuenta con muchos defensores, como Diane Keaton o Alec Baldwin, que salió en su apoyo insistiendo en que trabajar junto al neoyorquino fue “un privilegio”.
Amazon Studios, según diversas publicaciones estadounidenses, se está planteando qué hacer con la nueva película del realizador de 82 años, A Rainy Day in New York, que financia íntegramente la productora (ha costado 25 millones de euros). Incluso podría dejarla inédita. Más claro parece que está será su última colaboración, porque el principal valedor de Allen en la compañía, Roy Price, tuvo que dejar la presidencia de la productora en octubre acusado él mismo de abusos sexuales.