Redacción / Desde la media noche de este viernes, decenas de personas comenzaron a formarse en Washington para comprar el libro del periodista Michael Wolff, “Fire and Fury: Inside the Trump White House”, el cual trata sobre el primer año del presidente estadounidense.
El libro pinta a un mandatario inseguro, ignorante, caprichoso, y una presidencia en caos, por lo que Trump, afirmó anoche tras intentar impedir la publicación, que el libro está “lleno de mentiras” y fuentes inventadas.
“No autoricé ningún acceso a la Casa Blanca (de hecho le dije que no varias veces) al autor de este libro falso! Nunca hablé con él para el libro. (Está) lleno de mentiras, tergiversaciones y fuentes que no existen”, escribió el mandatario en Twitter sobre Wolff, quien este viernes rompió el silencio para defenderse.
De acuerdo con Wolff, “Fire and Fury” se basa en entrevistas a personas cercanos al presidente, entre ellos el propio monje negro de los primeros meses de gestión, Steve Bannon.
Bannon, quien renunció al cargo en agosto, formuló declaraciones explosivas a Wolff para el libro.
El ex Jefe de Estrategia de la Casa Blanca afirmó que el hijo mayor de Donald Trump cometió “traición” por sus contactos con gente allegada a Rusia durante la campaña y sus turbios negocios, denuncias que llevaron al presidente a una explosión de ira.
Por lo que Trump afirmó el miércoles que Bannon había “perdido la razón” desde que fue despedido de la Casa Blanca por filtrar “noticias falsas” a la prensa.
Una de las declaraciones del periodista fue: “este hombre no lee, no escucha. Es como una pelota de pinball (flíper) rebotando contra los costados”
Wolff, quien estuvo meses en la Casa Blanca de Trump buscando información para su libro, respondió que tiene las grabaciones y las notas de sus entrevistas con los asesores de Trump.
“Mi credibilidad está cuestionada por un hombre que tiene menos credibilidad que cualquiera que haya caminado en la Tierra hasta ahora”, remató.
El libro se basa en unas 200 entrevistas con funcionarios oficiales y muestra una Casa Blanca sumergida en una caótica y permanente guerra intestina a lo largo del primer año de gobierno de Trump.