Redacción / Hace unas semanas la selección de fútbol soccer femenil de Noruega ganó uno de sus más importantes partidos, que la federación de su país les pagará el mismo salario que los seleccionados nacionales varoniles.
Las futbolistas duplicarán el dinero del que disponen anualmente: pasarán de un fondo global de 330 a 640 mil euros. Una cifra que incluye los 58 mil euros que los jugadores de la selección masculina cederán de sus ingresos comerciales. La bolsa masculina bajará de 700 a 642 mil euros.
Ante este gol anotado, Carolina Graham Hansen, jugadora del equipo nacional de Noruega expresó:
“Gracias por dar este paso para las deportistas femeninas. Por demostrar la igualdad y ayudarnos en todo, haciendo que sea un poco más fácil conseguir nuestros sueños”.
Este caso de luchar por la igualdad de género en el fútbol no es aislado, ya que a inicios de mes la selección femenil de Dinamarca se declaró en huelga por no llegar a un acuerdo con su federación de igualar el salario y los derechos que perciben los hombres seleccionados.
En 2015, la Femexfut puso en marcha una liga nacional amateur conformada por 4,500 niñas de selecciones Sub-13 y Sub-16 repartidas en 240 equipos en 10 estados. En abril de 2016, en un foro de igualdad de género organizado por FIFA, los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol reconocieron la importancia de integrar a los clubes de la Liga MX en la creación de una liga femenil de alto nivel para nutrir a la selección nacional.
El 28 de julio dio inicio la Liga Femenil MX, pero antes de iniciar, la polémica se generó por los bajos salarios y reglas discriminatorias, como embarazarse, lo cual anularía su contrato, y hablar de sus preferencias sexuales, además de no brindar servicio medico ni prestaciones del ley. Aunque la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) se justificó con: “sigue en desarrollo (la Liga) y a través del tiempo irá mostrando su crecimiento en todos los aspectos” y desmintió lo anterior, pero la brecha salarial no fue mencionada.
El sueldo de una jugadora profesional de fútbol está muy lejos de la mitad de lo que gana un jugador profesional. Aunque es difícil estimar el sueldo promedio de un futbolista de la Liga MX, ya que varia en referencia de los minutos que juegue, si es titular o si es un jugador de renombre, entre otros, factores, el aproximado es de 100 mil a más de un millón de pesos, mientras que el sueldo de las mujeres es de 3 a 30 mil pesos mensuales, cantidad que depende de la jerarquía y del equipo reclutador.
Al final de cuentas, las mujeres futbolistas viven de este deporte como pasa en el caso de los hombres, sin embargo, aún hay mucho por trabajar para disminuir la brecha salarial, que tengan las mismas condiciones dignas y derechos.
Como lo puntualizó la Directora Deportiva de las Xolas de Tijuana, Marbella Ibarra:
“La idea de profesionalizar y hacer una liga es justo que ellas también puedan vivir del fútbol y que no tengan que decidir entre jugar o dedicarse a un trabajo que sí les remunere”.
POR LA PERMANENCIA
México apostó por una liga de fútbol profesional para mujeres en 16 clubes, es sin duda un gran paso, sin embargo, en la actualidad los eventos deportivos se diseñan en función de su rentabilidad. En el caso del fútbol varonil, el éxito se encuentra determinado por el número de patrocinadores, los derechos de transmisión y la valuación monetaria de los planteles deportivos.
Por ahora la permanencia de la Liga MX Femenil depende exclusivamente de la afición y su asistencia a los partidos, lo que se verá reflejado en ingresos, ya que en este primer torneo no cuenta con transmisión de todos los partidos, ni numerosos patrocinadores.
En otras palabras, atraer aficionados a los estadios podría repercutir en derechos de transmisión y mejores sueldos. La aceptación y popularización del formato requiere una buena planeación, tiempo y voluntad de los clubes para seguir promoviendo a sus equipos femeniles.