«METAMORFOSIS»: El “Judas” Meade se quedó con las Monedas - Mujer es Más -

«METAMORFOSIS»: El “Judas” Meade se quedó con las Monedas

Hasta los propios senadores priistas se incomodaron cuando, en un arranque de sinceridad, inocencia, tontería o desfachatez, José Antonio Meade confesó haber votado por Enrique Peña Nieto para Presidente de México siendo en 2012 secretario de Hacienda de Felipe Calderón. De cuerpo entero se mostraba el flamante funcionario: traidor en el pasado y acomodaticio en el presente.

Como diría Juan Gabriel: ¡”Pero qué necesidad”! El propio Meade descubrió su cara de hipócrita, desleal, oportunista y acomodaticio ante los panistas que lo veían con buenos ojos para contender por el PRI como ciudadano sin partido en los comicios federales de 2018. Los rebeldes del PAN no supieron cómo disparar sus tan acostumbrados dardos envenenados al escuchar, en plena tribuna al “Judas” José Antonio, su antiguo compañero.

Su emotiva confesión provocó desconcierto porque si bien es cierto que el voto es libre y secreto, no era el lugar ni el momento para gritarlo a los cuatro vientos. Meade olvidó que como funcionario principal de Calderón le debía lealtad y respeto, nunca renunció a su cargo público a pesar de sentir simpatía por otro candidato diferente al que apoyaba en su momento su jefe Felipe.

Con esta declaración amorosa hacia Peña Nieto, José Antonio Meade pensaría en haber hecho una jugada maestra al asegurar su candidatura en el PRI, dejando fuera de la carrera presidencial a militantes priistas como Miguel Ángel Osorio Chong, José Narró, Aurelio Nuño y Enrique de la Madrid.  ¡Será este personaje admirado, hasta hace unos días, entre políticos de todos los partidos quien ya le prometió a Peña una vida tranquila al dejar de ser Presidente de este país?

-¡Amnistia y Perdón!- diría el mesías tabasqueño.

Ni siquiera las acusaciones de bajo crecimiento económico pesaron tanto como el grito libertador del titular de Hacienda, que ante la provocación de un petista-morenista como Zoé Robledo no pudo callarse y aceptó que siguió con las monedas que le pagaba Calderón como el manejador de los dineros de su reino mientras levantaba el auricular de su oficina para decirle a Peña Nieto. “voté por ti”.

El hombre tildado de honesto placeado en todos los eventos del PRI guardó silencio durante cinco años, ¿qué otro secreto esconderá en su alma?

-¿Qué tiene este señor Meade? Es muy común escuchar que es un funcionario honesto”, soltó Robledo en medio del coliseo senatorial donde suspirante presumía de sus dotes de recaudados de impuestos.

-“La actual administración no solo se ha preocupado por mantener la estabilidad macroeconómica del país, sin que también ha logrado mejorías en la microeconomía en benefició de los bolsillos de las familias, Hemos cambiado para bien este país a fuerza de construir un equilibrio político”-. Obvio no se refería a las políticas económicas del panista Felipe, sino de su actual querer, Enrique Peña.

¿De qué país hablaría Meade? ¿Los bolsillos de quién? … Si se refería a los legisladores que lo escuchaban entre melosos y sonrientes tenía razón. Sentados, frente a él estaban hombres y mujeres con los bolsillos bien llenos de dinero de los impuestos que el titular de Hacienda nos quita a todos los mexicanos que trabajamos para vivir al día.

Frente a él había hombres y mujeres que, cómo Meade, olvidaran pronto la ofensa de la traición a un ex presidente de sangre azul como Felipe Calderón que ahora sueña con ser como ellos y que “haiga sido como haiga sido” le robó la silla presidencial al narcisista Andrés Manuel López Obrador que busca instaurar un gobierno populista en el cual seguirá mintiendo, robando y traicionando.

Lo único cierto en este momento es que Meade se vulneró asimismo por qué quien asegura que de no ser candidato presidencial del PRI sufragará en 2018 por cualquier otro aspirante elegido por Peña Nieto. El mismo declaró ser desleal, de poca confianza y barbero si le conviene a sus intereses personales.

¡La traición pinta el rostro del Secretario de Hacienda! 

 

Elena Chávez. Estudió periodismo en la universidad Carlos Septién García. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y Diputada Constituyente externa por el PRD. 

Related posts

ENTRE RIZOS: Ifigenia Martínez y el techo de cristal

COLUMNA INVITADA: Estafas laborales en WhatsApp, mujeres en la mira

COLUMNA INVITADA: De Poseidón a Baco