«EL RING DE LOS DEBATES»: El rostro femenino de las muertes por el #19S - Mujer es Más -

«EL RING DE LOS DEBATES»: El rostro femenino de las muertes por el #19S

Más mujeres murieron en el sismo.

Una vez concluidas las etapas de búsqueda y rescate de las personas que quedaron atrapadas entre los escombros de los edificios que colapsaron por el sismo magnitud 7.1 del pasado 19 de septiembre, los primeros análisis estadísticos comienzan a arrojar datos preocupantes.

Uno de ellos es que la mayor parte de las víctimas mortales fueron mujeres. De acuerdo con la última cifra de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, fueron 369 las personas que perdieron la vida por el movimiento telúrico.

De ellas, 228 corresponden a quienes fallecieron en la Ciudad de México; 74 en Morelos; 45 en Puebla; 15 en el Estado de México; seis en Guerrero y una en Oaxaca. Pero llama la atención que quienes perdieron la vida de la capital fueron mayormente mujeres: 138 de las 228; es decir, el 60.5 por ciento. 

Hace unos días se publicó en Nexos un análisis hecho por Patricio Solís y Alejandra Donají Núñez con el título: ¿Por qué murieron más mujeres el 19S? Vale la pena detenerse en él. La primera hipótesis que plantean es por pura lógica: en la Ciudad de México hay más mujeres (52.6 por ciento) que hombres (47.4 por ciento). Pero no se quedan en esa simplicidad.

Las razones de fondo tienen que ver con el tipo de actividad que realizan las mujeres y los hombres en la capital, con los inmuebles que colapsaron y a la hora en que ocurrió el fenómeno. Así, un segundo nivel de análisis tiene que ver con que muchas de esas mujeres que murieron se dedicaban a labores domésticas y de cuidado del hogar.

Esa suposición se respalda de datos: el Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2014 del Inegi revela que mientras 43 por ciento de los hombres tienen un trabajo remunerado, en las mujeres el porcentaje sólo alcanza los 10 puntos. Esto significa que buena parte de las mujeres trabaja en su hogar en actividades que pueden ser o no remuneradas.

Aquí se debe hacer una acotación. Algunos de los inmuebles colapsados donde se desarrollaba alguna actividad económica, “pertenecen a subsectores de actividad con gran concentración del trabajo remunerado femenino”.

Tal es el caso de Bolívar 168 y Chimalpopoca, en la colonia Obrera, donde existían talleres de manufactura textil y de costura, donde la proporción de muerte de mujeres puede elevarse hasta el 90 por ciento.

También entra en esta categoría el Colegio Enrique Rébsamen, donde fallecieron 26 personas: 19 de ellas menores de edad y siete adultos, todas ellas mujeres (las profesoras más una trabajadora de intendencia), por lo que el porcentaje de víctimas femeninas se eleva a los 65 puntos porcentuales.

Luego de relacionar los decesos con la actividad económica, los investigadores reflexionaron sobre el tipo de edificaciones que se cayeron y descubrieron que la mayor parte era habitacional. De esta forma, se encontró que “casi el 70 por ciento de los edificios colapsados eran exclusivamente habitacionales y otro 8.8 por ciento tenía un uso mixto”. Casi la mitad de las y los fallecidos perdieron la vida en esos edificios.

Sólo hay una excepción: el inmueble de Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma Norte, que era de oficinas y donde la proporción se invierte: mientras 29 hombres perdieron la vida (59 por ciento), hubo 20 mujeres (41 por ciento).

Un elemento adicional tiene que ver con la hora en que se registró el sismo: 13:14 horas del martes 19 de septiembre. Los académicos advierten que si el terremoto se hubiera presentado muy temprano por la mañana o por la noche; es decir, en un horario donde las personas estuvieran en sus viviendas, el número de muertes habría sido probablemente muy alto, al igual que la distribución por sexo.

Otro factor es la edad. Según el Inegi, en la CDMX hay aproximadamente 900 mil personas de 65 años y más, de las cuales, 58 por ciento son mujeres. Sus dificultades de movilidad las hacen también susceptibles de quedarse atrapadas al no poder trasladarse con rapidez a una zona segura.

Todos estos datos deben servir como alerta para que el proceso de reconstrucción de la Ciudad de México los tome en cuenta, al igual que los planes de protección civil, a fin de disminuir los riesgos para ciertos sectores de la sociedad que son altamente vulnerables, como el de las mujeres.

 

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