Eruviel Ávila Villegas será ex gobernador del estado de México a partir de hoy.
Deja un estado envuelto en la violencia, con poco avance social y confrontado.
Loa habitantes de la entidad más poblada de la República son víctimas cotidianas de la delincuencia común y de la llamada organizada.
Aunque hay indicadores que señalarían avances, la cifra es engañosa. Por ejemplo, se habla de una cobertura en los servicios de salud con la construcción de hospitales de especialidades o con detecciones y diagnósticos tempranos de cáncer, pero también es cierto que la falta de personal, equipamiento y medicamentos en los hospitales del sistema de salud mexiquense dejó qué desear.
Es más, durante la temporada electoral, servidores públicos de esa dependencia fueron obligados a trabajar para la campaña de Alfredo del Mazo y se les descontó de su salario un porcentaje, igualito que hacían en el ayuntamiento de Texcoco cuando gobernaba Delfina Gómez.
En el estado de México se registraron 12 mil 159 homicidios dolosos. La cifra, que es de por sí escandalosa, se vio acompañada de más de mil 100 secuestros.
Peor aún, los feminicidios se contaban a diario. “63 muertes de mujeres por el simple hecho de ser mujeres”.
Los municipios en donde la incidencia de estos delitos de género gozaron de cabal impunidad fueron Ecatepec, municipio que Ávila gobernó dos veces; Ixtapaluca, gobernado por el grupo priísta Movimiento Antorchista; Valle de Chalco, en donde ha habido administraciones priístas y del PRD; Tecámac, en donde manda Aarón Urbina, ex panista convertido en tricolor; Chalco, gobernado por priístas y varios municipios del Valle de Toluca.
El Estado de México esta confrontado. No en las cúpulas de los grupos del poder pues el gobierno de Eruviel Ávila tuvo el cuidado de llevar hacia su interés la elección de gobernador del 4 de junio.
Logró que no se conformara una alianza PAN – PRD e impulsó la candidatura de Juan Zepeda, ex alcalde perredista en Nezahualcóyotl y coordinador de los diputados locales de ese partido. El PAN impuso a Josefina Vázquez Mota como candidata y ese partido está en la lona electoral.
Con los dirigentes de Morena, que pertenecen al Grupo Texcoco o Grupo de Acción Política, también logró detener el avance del partido de López Obrador en municipios clave del estado.
La gente de Higinio Martínez cumplió con desmovilizar a la estructura de Morena semanas antes de la elección. Lo lograron parcialmente. Las derrotas del PRI en Ecatepec e Ixtapaluca salieron de lo acordado pues ahí no pudieron comprar a Ricardo Monreal; en Ecatepec y en Ixtapaluca a pesar de querer desplazar a la estructura que dio vida a Morena, el PRI y el Movimiento Antorchista fueron derrotados.
Hoy mismo tomará las riendas del estado Alfredo del Mazo. Y si bien con los machuchones de los partidos hay acuerdos para que en el 18 se les respeten algunos espacios a dirigentes del PAN, PRD y Morena, se prevé que le vuelvan a entregar el control político al PRI y su nuevo gobernador.
Tal vez a los dueños del Grupo Atlacomulco y a Eruviel les sirvan la pobreza e inseguridad en la que viven millones de mexiquenses, pero a éstos últimos, de verdad que no.