Aquí en México muchos de los habitantes son poderosamente atraídos o atraídas por una raza europea muy diferente a la nuestra, a la latina o con rasgos centroamericanos. Son los ojos de color (verdes o azules), el pelo rubio y la piel blanca, las características que hacen voltear a más de dos.
No podemos negar que en nuestro país existe una gran variedad de mujeres y hombres agraciados y con un color de piel morena, atezada o proveniente del mestizaje.
Abordando temas genealógicos y de origen, vamos a hablar de una célebre rubia que tuvo prominencia durante su niñez en un programa infantil conocido como “Chiquilladas”. Es la cantante Anahí, y actualmente esposa del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.
Sí, Chiapas. Uno de los estados (junto con Oaxaca) más golpeados por los daños que dejó el sismo de 8.2 grados. Ya lo hemos escuchado: casas derruidas, muertos, damnificados, escasez, abusos, omisiones y oportunismos. Podríamos esperarlo de los políticos, ávidos de captar los reflectores para sacar raja y tratar de conseguir los adeptos necesarios que se traduzcan en un encumbramiento público. Pero de buenas a primeras nos vimos sorprendidos porque la primera dama chiapaneca le arrebató resonancia al mandatario verde-ecologista.
La señora Anahí grabó un video donde aparece medio peinada con una cola de caballo, una camiseta blanca, chaleco verde con los emblemas gubernamentales del estado, ligeramente maquillada y con cara de susto. Al reproducir el material que se hizo viral en segundos, el público quizá esperaba escuchar información relevante en cuanto a la tragedia que acoge a Chiapas, los albergues habilitados, los centros de acopio destinados a recibir víveres o las cuentas bancarias a las que podría recurrir la población para realizar depósitos en efectivo. Pero no, la primera lamentación de la artista fue “muy despeinada, muy mal arreglada, muy fea y no me importa nada. Lo que me importa es ayudar a la gente. Yo sé que ustedes quieren que cante, haciendo conciertos y estando cerca de ustedes. Pero de verdad, eso ahorita no importa”. Tan no importa que fue lo que más le angustió.
En fin, esta despampanante rubia volvió a subir otro video disculpándose por su error. Dijo que ofrecía “una disculpa a quienes se hayan sentido ofendidos por mi comentario en el video de hace unos días, a veces yo me engancho y veo los comentarios que me escriben y no medí las consecuencias y definitivamente estuvo mal, les pido perdón. Yo estoy aquí para ayudar y no para hablar de ninguna otra tontería”. La verdad es que a pesar de lo que prometiera en ese momento, el palo ya estaba dado.
Pero no todo termina ahí hablando de ocurrencias. En otro momento, el presidente Enrique Peña Nieto, realizando un recorrido por Tonalá, Chiapas, para evaluar daños, se dijo sorprendido por la cantidad de personas “güeras” que hay en la entidad.
Más allá del desatinado comentario, varias personas lo calificaron como una observación inoportuna y racista. Primero inoportuna porque ante el dolor y preocupación de los chiapanecos que se quedaron descalzos y en la calle, tuvieron la intención de acercarse al mandatario para expresarle el desconsuelo y reciben un saludo un tanto frívolo. Luego racista, porque es bien sabido que para ser políticamente correctos, no es recomendable hacer diferencias (a favor o en contra) de las características étnicas o de color de piel de los afectados.
El Presidente tendrá que modificar su forma de dirigirse a la población en los periodos de desastre, si es que quiere intentar no manchar más su imagen que va en caída estrepitosa.
¡Ah!, y hablando de las güeras de Chiapas, también Manuel Velasco Coello deberá estar bien atento y reconfirmar que existen esas bellas muñecas que lo pueden hundir más en su popularidad. Esas güeras que hacen honor al refrán popular de “Ojos Claros, Alma Negra”. ¿Será?
Atalo Mata Othón. Egresado de la escuela de periodismo Carlos Septién García. Tiene 19 años en el ejercicio del periodismo. Conduce noticiarios en Excélsior TV y es profesor universitario.