«EL ARCÓN DE HIPATIA»: Busque en Google "equidad de género" - Mujer es Más -

«EL ARCÓN DE HIPATIA»: Busque en Google “equidad de género”

En días pasados, Google se colocó en el ojo del huracán tras hacerse público el “manifiesto” de un empleado que planteó que la baja presencia de mujeres en el mundo de la tecnología se debe a “diferencias biológicas”

Para él, “hombres y mujeres son biológicamente diferentes de muchas maneras”. En el texto, difundido primero por el portal Gizmodo sin que se conociera el nombre de su autor, se menciona que “las mujeres están más inclinadas hacia los sentimientos”, son “más inestables” y se “interesan más en la gente”; los hombres, en cambio, se interesan más “en cosas”. Es por ello, asegura, que las mujeres no están “capacitadas para hacer el mismo trabajo que los hombres” en una compañía tecnológica ni para ocupar posiciones de liderazgo.

El manifiesto –que la propia prensa estadunidense ha calificado de “sexista”– revivió el debate en torno al machismo y acoso en la comunidad de la tecnología, un terreno de dominio masculino. En Google no es la primera vez que una polémica así explota: esa empresa ya ha sido denunciada en el pasado por la diferencia salarial entre hombres y mujeres que ocupan cargos similares y porque hay pocas mujeres en puestos técnicos o de responsabilidad.

El autor del polémico manifiesto ya ha sido despedido, a pesar de un esfuerzo por exponer “lo que realmente quiso decir” en su texto. Pero este deslinde de Google no hizo más que avivar el fuego.

El ingeniero –cuyo nombre, se supo después, es James Damore– argumenta que el impulso de políticas y prácticas de visión liberal en la empresa generaba un ambiente de tensión a los empleados conservadores, quienes eran censurados en su libertad de expresión para manifestarse.

Su documento aparenta mostrar una fundamentación y aporte consistentes, tanto así que en una primera lectura no salta ningún ataque al género femenino. Por eso ha encontrado eco en algunos sectores de la sociedad y la solidaridad de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, quien condenó que se le censurara por medio del despido.

Sin embargo, la visión discriminatoria de Damore se esconde tras argumentaciones falaces. Lo que escribió no es nada nuevo. He constatado que, a los ojos de muchos empleadores, el simple hecho de ser mujer es una limitante. En el mundo académico, político y empresarial, la discriminación laboral está presente. La novedad es que ahora tenga justificación “científica”.

El escándalo ha servido para que unas 60 empleadas antiguas y actuales de Google evalúen la posibilidad de demandar a esta compañía por prácticas sexistas. Entre las principales quejas de las afectadas está el que cobran menos que los hombres, estando en el mismo puesto y teniendo la misma preparación. Incluso existe el caso de una que declara haber cobrado menos que un hombre siendo su cargo superior al de él.

En su escrito, Damore concluye con una serie de propuestas que incluyen quitarle la carga moral a la diversidad, no encerrar en un clóset las posturas conservadoras, confrontar los prejuicios de Google (entendiendo por éstos los que los llevan a privilegiar posiciones liberales) y “ser receptivos ante la ciencia de la naturaleza humana”.

En ese contexto, el despido de Damore sí ha sido injusto. Lo que él pretendía era un debate y había que dárselo, justo para demostrarle lo equivocado de sus conclusiones . Efectivamente, es hora de entender que la diversidad no lleva una carga moral, sino que es una realidad a la que se debe corresponder con políticas laborales justas.

No hay que aislar a los conservadores, sino educarlos en la tolerancia. Y sí, es hora de confrontar los prejuicios de Google y otros empleadores y no permitir más discriminación. Y si se trata de ser receptivos ante la ciencia de la naturaleza humana, hay que decir que el sexo de las personas puede ser determinante de muchas cosas, pero no de la capacidad profesional. Y éste es el tipo de respuestas que no se encuentran “googueleando”.

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