Con algo de guerrera, princesa árabe y mujer que se entrega al cien.
Vuelvo a la imaginación para que opere su transformación característica. Ella es una mujer-guerrera y luchadora; porque hay mujeres compañeras, amantes, maestras, no, hablo de Liliana, querida confidente de Internet, ejemplo de temperamento femenino que anida sus pasiones detrás de un escritorio.
Estoy harto de esas historias llenas de razones instantáneas que inundan nuestra vida, de esa lectura literal de los sucesos cotidianos; por eso tomo hoy mi relación afectiva con Liliana para hacer una pequeña invención, resaltando lo que ella es y no lo que parece. Este ejercicio trata de expresar que la vida es múltiple en interpretaciones.
Mi querida Liliana, de belleza elástica y de piel tierna del color del pan y en cuyos ojos de almendras verdes le palpita el corazón; trato de representarla en un acto y necesito una puesta en escena completa. Con algo de princesa árabe y mujer que se entrega al cien en todo lo que hace; un poco eventual en estados de ánimo se ha convertido en mi cómplice. Ella y yo hablamos en un espacio irreal y consecuente.
Ambos sabemos de tu temperamento enérgico, vigoroso y, por lo mismo, un poco contra-intuitivo; es decir, que eres, también, cuando te lo propones, una mujer equilibrada y profunda. Es de curiosa mecánica nuestra comunicación, con breves mensajes e íconos en el chat del Facebook nos decimos más claramente algo; nuestro lenguaje digamos que es el del alma y pronto las palabras dejan de importar.
¿Qué más para retratarte joven apasionada de las lilis amarillas? “Profundidad, profundidad”, como diría algún místico… Sabines entonces para amar con la poesía en los labios, en el corazón, en el espíritu, en la carne adolorida. Sabines para aprender a estar tristes y solos y huérfanos y jodidos. Sabines para no ser fáciles, ¿verdad?
Siempre he creído que no hay nada más impresionante en la naturaleza que una mujer hermosa como tú, aún sin conocerte a detalle sostengo este principio. Como estoy cierto, asimismo, que nuestros mejores momentos han sido los del Internet; ahí se han dado las escenas de seducción más completas y perdurables. En el Face está la aspiración a la justicia del tiempo, en él somos seres inútiles con ociosidad justificada, siempre antes del punto y coma y después de los dos puntos.
Una nota suavecita que se acomoda en tus caderas; las mujeres como tú saben bailar, son amables, risueñas, buenas para el amor. Mujer amante de la poesía, espléndida amiga y de “carácter difícil”, como a veces afirmas, un tanto explosiva; seguimos platicando y mi obsesión continua de explicarlo todo, de escribirlo todo, de platicar contigo en la distancia.
El lugar de esto, reitero, es el Facebook. Con un sentimiento compuesto sobre la marcha del montaje, conversamos sin aspiraciones didácticas o morales, el objetivo es transformar por momentos la realidad. Tú con tu fuerza emocional y equilibrio; yo, complacido, “mirándote”. Buscamos darle ese elemento de sorpresa, de lugar privilegiado, diferente, no aburrido; hacerlo digno de recordar y no para olvidar quiénes somos y por qué frente a la pantalla de teléfono o de la computadora. (03/08/2017)
Cut Domínguez. Es periodista cultural. Ha dirigido espacios como la jefatura de Prensa de Difusión Cultural de la UNAM; coordinador de Prensa en la Ciudad de México del Festival Internacional Cervantino; Subdirector de Difusión del Polyforum Cultural Siqueiros; Jefe de Prensa de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes. Asimismo, ha sido colaborador de diarios y revistas nacionales.