«CONOCIMIENTO ES RESPETO»: Organización contra el odio homofóbico - Mujer es Más -

«CONOCIMIENTO ES RESPETO»: Organización contra el odio homofóbico

En días recientes, en diversos estados del país, estuvo tratando de circular el denominado por muchas organizaciones LGBTTI y de derechos humanos “autobús del odio”, copia de la iniciativa que tuvo lugar en España impulsada por la organización derechista y ultraconservadora Hazte Oír.

La versión española del ignominioso vehículo anaranjado, rezaba en sus costados: “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva, que no te engañen”. Se sustenta en combatir a una supuesta “ideología de género” que los grupos más derechistas y religiosos del mundo católico y evangélico se han inventado para atacar a la diversidad de género y en específico, a la comunidad trans a la cual pertenezco.

En su edición mexicana y latinoamericana, dicho vehículo difunde el tema “no te metas con mis hijos”, retomado del posicionamiento que la Iglesia Católica y el Frente Nacional de la Familia expresaron el año pasado, ante la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto de impulsar el matrimonio igualitario y el reconocimiento a los derechos de identidad de las personas trans.

Dicho sea de paso, una iniciativa destinada al fracaso, ya que no fue cabildeada con los diversos grupos de poder en el Legislativo y luego fue desechada por los legisladores priistas, otrora fieles seguidores del inquilino en turno de Los Pinos.

La comunidad LGBTTI en México ha enfrentado abiertamente al autobús del odio. De forma organizada y valiente, con mucha firmeza, ha impedido la circulación de este vehículo y lo ha envuelto con la bandera del arcoíris, intervenido con pintura de colores y calcomanías que expresan concretamente el rechazo al odio y a la discriminación cínica de sus impulsores: grupos religiosos ligados a la derecha más recalcitrante mexicana.

Este vehículo, tripulado por Juan Dabdoud, presidente del tristemente célebre Consejo Mexicano de la Familia, fue detenido y expulsado en Puebla, Veracruz, Monterrey, Aguascalientes y Guanajuato. Este señor oscuro ha expresado que su libertad de expresión fue afectada por los colectivos LGBTTI.

Sin embargo, fue muy simbólico y demostrativo a la vez, que en el marco de una entrevista frente al autobús, mientras sostenía una entrevista con medios, haya intentado tapar la boca a una activista que le reclamaba y retaba a sustentar sus ideas. Muestra real de cómo quiere este individuo y también sus seguidores que sea México en pleno siglo XXI un regreso al sometimiento femenino, al castigo inquisitorial contra todo lo que suene a diversidad.

El recorrido del autobús y sus significados han sido bien calificados como lo que son: un esfuerzo para extender y promover el odio. Es para analizar con visión de psiquiatra lo que implica su mensaje: “No te metas con mis hijos”, cuando tenemos casi cada semana una denuncia de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes pederastas. Faltaría completar el mensaje: “los sacerdotes abusadores sí pueden meterse con ellos”.

En lo que va del año, las agresiones, feminicidios y transfeminicidos han aumentado en todo el país, quedando en la mayoría de los casos impunes.

En los últimos 19 años, en México han ocurrido más de mil 200 crímenes homofóbicos originados por el odio y también por la ausencia de leyes, protocolos de protección y políticas de apoyo a la comunidad LGBTTI.

Y en ese sentido, el autobús de la Transfobia se puede convertir en un detonante de mayor agresión y discriminación.

La fantasmal ideología de género”, creada como un referente para justificar el discurso agresivo contra todo lo que sea diversidad, educación sexual o equidad de género, tiene su origen en la desesperada intención de las iglesias católicas y evangélicas principalmente de mantener su control sobre las conciencias, mismo que les permite su existencia y subsistencia económica-política.

Viven atemorizadas porque al existir el matrimonio igualitario garantizado por las leyes civiles y la Constitución, perderían el control de mucha de su feligresía y de su razón de ser, cuando sus discursos se han quedado vacíos y sus seguidores los abandonan, hartos de no encontrar respuestas reales y humanas ante las nuevas realidades del mundo. Tienen miedo de la libertad de la gente en cualquiera de sus expresiones. 

Ante sus esfuerzos, las acciones de la comunidad LGBTTI en estas semanas son realmente notables y esperanzadoras. Fueron cruentas batallas organizativas para unirse con un fin común: enfrentar el colmo del cinismo en el discurso del odio.

Porque permitir acciones como el mentado autobús anaranjado y que esto ocurra con total impunidad, provocaría, y no exagero, que a la larga ocurran hechos como el asesinato impune y sistemático de homosexuales documentado en Chechenia.

Porque todo ello provoca que la sociedad vea los asesinatos de odio homofóbico y transfeminicidios, así como los crímenes de violencia de género, como algo normal incluso justificado, porque “nos hemos salido del mandato de Dios y nos lo merecemos”.

Es como si volviéramos a la terrible época de la inquisición, en donde se exterminó brutalmente a miles de mujeres, gente homosexual y de la comunidad judía, todo bajo el argumento de posesión diabólica y brujería. Casualmente, la mayoría de la gente asesinada en esa época era pensante, preparada y conscientemente libre. 

Durante años, en México hemos vivido muchas veces conteniéndonos y controlándonos, viviendo con miedo. Sin embargo, la lucha por nuestros derechos ha sido constante y poco a poco ha obtenido grandes logros.

En los últimos días tuvo lugar el reconocimiento al matrimonio igualitario en Chiapas y a la identidad de género en Michoacán.

En ambos casos, producto de una comunidad LGBTTI empoderada y conocedora de sus derechos pero, sobre todo, organizada.

Asumamos entonces la lección aprendida en esta última semana; el mensaje es claro: nadie va a defender nuestros derechos si no lo hacemos nosotras y nosotros mismos.

Alicia Guerrero es mercadóloga y comunicóloga, orgullosamente mujer trans en proceso de cambio. Ha dirigido diversos organismos gremiales de ambos rubros. Actualmente es asesora en estos temas así como de equidad de género, combate a la violencia y empoderamiento femenino.

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