Eso de que aseguran que las coincidencias existen, creo que empiezo a dudarlo, y bastante. Una gran coincidencia fue la noticia de que se suicidó el verdugo de la niña Valeria.
Estamos hablando de un presunto chofer de la Ruta 40 que recorre vialidades del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. Este sujeto aprovechó llevar en su pesera a la niña sola e indefensa para abusar sexualmente y posteriormente quitarle la vida.
Días después detienen al supuesto responsable, José Octavio “N”, de 43 años de edad. Todo parecía indicar que sería procesado penalmemte cuando una noticia inesperada (pero contemplada por los que hemos visto esta escena una y otra vez), congeló a la sociedad. Se dio a conocer que este individuo se encontraba en el área de investigación en el Centro de Observación y Clasificación del Centro Preventivo, y fue encontrado sin vida aproximadamente a las cinco de la mañana de este jueves, con una cuerda atada al cuello. Ojo… CENTRO DE OBSERVACIÓN Y NADIE SE DIO CUENTA!
Una vez más lo digo, me cuesta creer en las casualidades. Usted recordará el caso de la niña Paullete en Huixquilucan, Estado de México, que conmocionó al país. En el año 2010, una de las niñeras de la familia (ahora sí que de la noche a la mañana) fue a despertar a la menor para ir a la escuela pero milagrosamente no la encontró. ¿Pero qué cree?, días después el cuerpo de la pequeña Paulette fue encontrado sin vida en su propia recámara, debajo de la cama, lugar al que previamente habían acudido peritos con perros entrenados, y en donde la madre de la víctima había dado entrevistas. Esto ni un ilusionista lo logra.
Otro caso es el del apodado “Lord Ferrari” en marzo del año pasado. El “guarura” del dueño de un Ferrari golpeó, aparentemente por orden de su jefe, a un automovilista particular. Más adelante, cuando el tema de desgastó en los medios de comunicación y en reuniones sociales, y cuando la autoridad investigaba los hechos, da la casualidad de que el escolta Sergio González fue encontrado muerto en un hotel de Atizapán, Estado de México.
Después de leer estas líneas, estamos de acuerdo en que el común denominador es que en las historias hay personajes importantes que mueren por alguna razón inexplicable e intempestivamente, se mueren cuando menos lo tienen que hacer.
Lo que sí es bastante cierto, es que el Estado de México es donde se desarrollan y escriben los guiones de las más fantásticas crónicas dignas de una película desbordada para la imaginación.
La entidad mexiquense tiene en su haber una cruda realidad. Apenas entre 2015 y 2016, el Estado de México era ya la entidad con más homicidios en el país al registrar dos mil 671 casos, de acuerdo con las estadísticas preliminares de los homicidios registrados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Así que sigo pensando lo mismo: no creo en las casualidades. Y como bien dijo el gran poeta alemán Friedrich Schiller: “No existe la casualidad y lo que se nos presenta como azar, surge de las fuentes más profundas”. Coincido, señor vate, hay algo muy profundo aquí para rascar.
Atalo Mata Othón. Egresado de la escuela de periodismo Carlos Septién García. Tiene 19 años en el ejercicio del periodismo. Conduce noticiarios en Excélsior TV y es profesor universitario.