En Coahuila, desde antes que asumieran esa gubernatura los Moreira, primero a través de Humberto (2005) y después Rubén (2011), siempre se ha hablado de que el segundo tiene un carácter más férreo. En la pasada elección de esa entidad, esa disputa entre hermanos dejó como saldo que el actual gobernador, con dificultades, quizá demasiadas –al menos por ahora– logró posicionar a su sucesor.
Los adjetivos de tirano y de que tiene un grupo de secuaces, no son recientes en ese pleito entre el ex gobernador, Humberto Moreira y el actual mandatario coahuilense. Baste recordar para ello que en agosto de 2013, cuando fue asesinado José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo de Humberto, éste último aseguró que policías estatales habían participado en el crimen.
Las diferencias entre ambos fueron más que públicas, a partir de ese hecho y casi cuatro años después, ya con el peso de los señalamientos por desvío de recursos, lavado de dinero y por el endeudamiento público que le heredó a su hermano, Humberto se lanzó tras ser exonerado de un episodio de detención en Madrid a conformar el partido Joven en Coahuila e ir en pos de una diputación local, por vía doble: de mayoría y en el primer lugar de la lista de representación proporcional.
Ninguna de las dos le resultó, ni siquiera alcanzó el porcentaje para preservar el registro de partido, y culpó a su hermano de haberle robado la elección, amén de llamar a una gran movilización, justo en medio de los señalamientos hechos por el abanderado panista Guillermo Anaya, quien asegura que la elección en esa entidad presenta irregularidades en al menos el 30% de las casillas.
La elección en Coahuila dio cuenta de un descontento hacia el PRI, y sin embargo con la estructura del actual gobernador de la entidad, no solo territorial sino institucional, al menos hasta ahora, ante las autoridades electorales locales, el priismo de esa entidad mantiene la hegemonía tricolor (bastante abollada porque perdieron la mayor parte del Congreso Local y de las alcaldías).
Habrá que esperar la judicalización del asunto ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Mónica Perla Hernández. Durante una década fue catedrática en la Universidad “José Vasconcelos” de Durango. Se ha desempeñado en la cobertura de temas del narcotráfico, en localidades serranas y municipios. Cazadora de historias, apasionada de la investigación. Tiene una ambivalencia: leer a la antigüita y ser consumidora de redes sociales.