«CUARTO PISO»: El sombrío y bien remunerado trabajo legislativo - Mujer es Más -

«CUARTO PISO»: El sombrío y bien remunerado trabajo legislativo

Una vez más, senadores y diputados dejaron incompleta su tarea legislativa. El 30 de abril concluyó el primer periodo ordinario de sesiones y quedaron en el tintero temas fundamentales para el país como la designación del fiscal anticorrupción, los 18 magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa y la Ley de Seguridad Interior, entre otros.

Desde hace más de tres años, cuando se creó la Fiscalía Anticorrupción, el Senado debió nombrar al Fiscal. Pero no fue ni ha sido así. Aunque digan, una y otra vez, que van con todo contra la corrupción, no hay signos de voluntad política para hacerlo.

Los partidos no se ponen de acuerdo, cada quien vela por sus intereses y en tiempos electorales nadie se atreve, ni arriesga votos. No hay compromiso con los ciudadanos. Cada periodo legislan lo que les interesa a ellos y a sus cúpulas partidistas, ni más ni menos. 

Y mire por qué se lo digo: otra reforma pendiente fue la Ley de Contratación de Obras Públicas en el Senado. Se pretendía terminar con la discrecionalidad y la opacidad en la entrega de contratos, licitaciones y adjudicaciones. Un negocio millonario embarrado de presunciones de corrupción.  

En diputados, ignoraron la iniciativa del joven diputado de Jalisco, Pedro Kumamoto para que los partidos reciban recursos públicos, de acuerdo al número que votos que obtengan en las elecciones. Disminuiría el presupuesto para partidos un 50%; de 4 mil millones de pesos a mil 800 millones. ¿Usted cree que pasaría esta reforma? Yo tampoco.

Ah, pero qué tal la propuesta del senador panista Ernesto Cordero para aprobar que el 17 de agosto sea declarado como el Día Nacional de las Abejas. ¡No es broma! Lo demás puede esperar en la congeladora legislativa, pero el día de las abejas ya está aprobado.

Son muchas las iniciativas que hicieron a un lado, tanto en Diputados como en el Senado, por incómodas, porque les quitan recursos o porque no dejan votos. Dicen que pasando las elecciones del 4 de junio, convocarán a un periodo extraordinario. Pero no se ve dónde pudiera haber acuerdos para realizar la convocatoria y menos sin saber cómo estará el ambiente postelectoral.

Inmediatamente después vendrán las elecciones del 2018 y los acuerdos y negociaciones en las cámaras sobre temas de interés nacional y social, irán a la baja, lo mismo que la aprobación de reformas. No necesitamos una bola de cristal para saberlo.

Son pocos los legisladores que trabajan pensando en la ciudadanía, la mayoría, como le digo, solo legislan para beneficio personal o de partido. Y a pesar de este distorsionado hábito, nuestros diputados y senadores son de los que menos trabajan, pero de los que cobran más en todo el mundo.

Solo hay dos periodos de sesiones al año. Su jornada anual ordinaria es del uno de febrero al 30 de abril y del uno de septiembre al 15 de diciembre: 195 días al año, aunque las sesiones para senadores son únicamente martes y jueves, y a los diputados hay que agregarles el miércoles.

En Uruguay, los legisladores trabajan 290 días al año, en Francia y Argentina 273, en España 256 y en Colombia 247.

En la lista de los diputados y senadores que más les cuestan a sus países, los mexicanos ocupan el tercer lugar, solo después de Chile y Turquía. Más del 66% del presupuesto del Congreso se destina a los grupos parlamentarios de ambas cámaras.

Además de sus dietas, sus recursos para asistencia legislativa y para atención ciudadana, sus servicios médicos, celulares, vehículos, choferes y transporte aéreo, entre otros, al día de hoy ha sido imposible transparentar los recursos que reciben.

Ya no hablemos de los moches, ni de los legisladores que reciben dinero en efectivo, ni de las feroces peleas internas por tener el control de los recursos de las fracciones legislativas. La discrecionalidad y las componendas en todo su esplendor.

Así el trabajo sombrío y bien remunerado de diputados y senadores.

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