Y sintiéndose escribas y fariseos en el Monte de los Olivos, como en el pasaje bíblico, integrantes del PAN y miembros del PRI, intentan llevar a juicio a la pecadora de Morena –ex panista, por cierto– pero más que nada, se esmeran por enjuiciar pública y apedrear mediáticamente al que ellos señalan como el presunto beneficiario del pecado, y rememoran: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?”.
Entonces Jesús busca que los fariseos se pongan en el lugar de la pecadora, reconozcan sus propios pecados y se arrepientan. Para ello les da tiempo, y se pone a escribir sobre la tierra, como dice la biblia lo hacían algunos jueces romanos que escribían la sentencia. Pero los fariseos le insisten que se defina. Entonces Jesús se levanta y les encara: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Pero panistas y priistas parecen olvidar sus pecados y piensan que nadie los recuerda. No se justifica ningún pecado, los pecados, pecados son y como tal deben tener su castigo y su penitencia, independientemente del partido que sea.
¿Quiénes de los que aspiran en este momento a un cargo de elección en 2017 o 2018, de los piden juicio sumario al que casualmente se encuentra arriba en las encuestas, no a la pecadora, están libres de culpa? Muy pocos, y pecadores y pecadoras profesionales mayores y reafirmados de antaño.
Lo que parecieran buscar los también pecadores, en este caso como si fuera parte de una estrategia programada, es apedrear políticamente a su contrincante, como sucedió en 2006. Hoy, en 2017, usando de misil a la pecadora.
A diferencia de los fariseos, los pecadores tricolores y albiazules ni siquiera reconocen que ellos también lo son y tampoco muestran asomo de arrepentimiento, lo que sí les sobra es cinismo e impunidad para querer hacerse pasar por inocentes e impolutos, jueces con nula autoridad moral: Que los vote quien no los conoce.
Los colados al festín
En tiempos preelectorales, en donde lo que predomina es la abundancia, en donde hay de todo: recursos, oportunidades, guerras sucias, descalificaciones, escaladas… Todo lo que se registra es en abundancia, por tanto, es muy apetecible participar en el aquelarre, en el festín.
Aunque nadie los haya invitado, hay actores políticos que por nada quieren perderse de una rebanada de pastel de la fiesta, y alzan la mano, se cuelan en el escenario a como dé lugar, y dicen “aquí estoy”; mandan mensajes velados y abiertos, de planas completas y en tiempos triple AAA, tuitean y opinan desesperadamente de todo y por todo.
Aunque su tiempo haya pasado y las reglas no escritas en México hablen de que los ex titulares del Ejecutivo debieran disfrutar de su retiro de oropel, ese que es pagado con los impuestos de todos los mexicanos, y gozar de éste a la sombra, o por lo menos no visibles, hay varios que no se conforman, insisten en colarse en el escenario político y quieren logar incidir de alguna o de muchas maneras en el reparto del poder y la administración de los recursos de la nación, y por supuesto ser ganones con posiciones para los suyos,, lo que sin duda les reditúa grandes beneficios.
Y, como si fuera algo que se contagia al sucesor, en hilera y formaditos, los tres últimos gobernantes de la nación lucen hambrientos de poder; por la fuerza y por mil caminos buscan saciar su anhelo de retorno. Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Felipe Calderón están en una especie de competencia abierta, para ver quién de los tres será el que se quede con más rebanadas de ese suculento pastel.
Poco les importa el desastre y las crisis política, social, de seguridad o económica, que dejaron al término de sus gobiernos. Sólo buscan privilegiar su ambición personal que en nada beneficia a los mexicanos.
Paloma Ruiz. Comunicóloga por la UNAM, con especialidad en Marketing por la Universidad de Berkeley. Ha combinado a lo largo de su vida profesional el análisis político en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, con el diseño de estrategias de comunicación y las relaciones públicas. Amante del mar y el buceo.