La justicia en México es tan endeble que muchos quisieran manejarla a su antojo. Carlos Salomón Villuendas Adame, el conductor del BMW que se estrelló en Paseo de la Reforma con un saldo de cuatro muertos, declaró que es empleado en una paletería y que sus ingresos no rebasaban los mil pesos mensuales.
¿De veras es posible que cualquier detenido pueda manejar la realidad a su antojo?, pues sí, porque Carlos Salomón aseguró a la Unidad de Evaluación de Riesgo (que se dedica a entrevistar a personas que son detenidas porque cometieron un hecho delictivo desde un enfoque psicológico), que es una persona de bajos recursos.
Yo definitivamente dudo que un empleado paletero (sin menospreciar a quienes ejercen esa actividad) y ganando menos de mil pesos al mes, tengan como lugar frecuente de esparcimiento los antros de Polanco y además un BMW que en el mercado tiene un precio aproximado de 300 mil pesos.
Fuentes cercanas a la familia aseguran que Carlos Salomón estaba estudiando una maestría en Negocios en la Universidad Iberoamericana (una de las instituciones educativas más caras del país), y es hijo de un exfuncionario, quien fue comandante de la Policía Judicial de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), de nombre José Luis Villuendas.
La revista Proceso publicó hace 26 años que dentro del ámbito policiaco se recuerda a José Luis Villuendas como pandillero en la colonia Escuadrón 201, más tarde agente de la desaparecida División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia y comandante de la Policía Judicial hasta finales de noviembre de 1985, cuando fue detenido por la comisión de delitos de tortura, extorsión y abuso de autoridad.
Y no sólo eso, trascendió también que casi de la noche a la mañana, Villuendas fue dueño del club de futbol “Tuzos” del Pachuca, cuando intentaba ascender de la Segunda a Primera División, objetivo que no alcanzó en ese momento y tuvo que deshacerse del equipo.
También se dice que las acusaciones y detención de Villuendas ocurrieron a mediados de 1986, cuando quedó sujeto a proceso, pero más tarde alcanzó su libertad bajo fianza.
Después de esta etapa, reapareció en el estado de Puebla con un alto cargo en la Policía Judicial estatal, que abandonó para dedicarse a promover espectáculos de box, con figuras como Julio César Chávez y el “Maromero” Páez, en escenarios como el Palacio de los Deportes y la Plaza México.
Así como se tuerce la justicia en ocasiones, el caso de Carlos Salomón Villuendas podría resultar uno más, porque el poder y dinero que adquirió su padre en algún momento, le pudieron haber dejado también contactos clave que le ayuden a evitar que la pena dictada por el accidente sea severa.
Y si no me cree, sólo hagamos memoria. En mayo de 2010, Celia Lora, hija del cantante rockero Alex Lora, atropelló a un joven en avenida Toluca y Periférico yendo a exceso de velocidad y en estado “inconveniente”, provocándole la muerte.
Días después fue puesta en libertad bajo fianza, pues no se determinó si fue responsable del incidente. ¿Qué sucedió ahí o quién está detrás de todo? Usted adivine.
Atalo Mata Othón. Egresado de la escuela de periodismo Carlos Septién García. Tiene 19 años en el ejercicio del periodismo. Conduce noticiarios en Excélsior TV y es profesor universitario.