Astrid, una crítica de los planes de deportación de Trump.
Astrid alcanzó “el sueño americano” al cruzar el Río Bravo en una balsa hecha de neumáticos. Tenía solo cuatro años cuando sus padres decidieron dejar Durango, su tierra de origen, para buscar un mejor futuro en Estados Unidos. Cuando llegó de manera ilegal a la Unión Americana, llevaba en sus manos un muñeco Ken, el novio de Barbie.
La familia se asentó en Las Vegas, Nevada, en un pequeño departamento donde tenía que compartir habitación con su hermano. En sus primeros años, Astrid no estaba consciente de su condición de indocumentada. La adquirió conforme aumentaron las preocupaciones de sus padres, un jardinero y una empleada del hogar. Temían que al exponerse, podría ser deportada. Su destino era la invisibilidad.
Siempre fue una estudiante brillante y logró entrar en una escuela de tecnología a espaldas de sus padres. Nunca se conformó. Rechazó que obtener un título universitario estuviera fuera del alcance sólo por no tener papeles. Luego de 10 años de constancia, obtuvo dos grados: uno en Artes y otro en Ciencias Políticas. Para sostener sus estudios, trabajó como niñera.
Un hecho cambió su destino. En 2009 murió su abuela, quien los visitaba cada año y a quien Astrid no pudo despedir en su funeral en México por miedo a viajar y ser descubierta como indocumentada. Fue entonces cuando decidió involucrarse de lleno en el movimiento migratorio y colaborar estrechamente con el entonces líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
Su invisibilidad desapareció el 20 de noviembre de 2014 cuando el entonces presidente, Barack Obama, la mencionó en un discurso destinado a promover una reforma migratoria que buscaba frenar la deportación de casi cinco millones de personas. Una reforma que nunca se aprobó.
“Astrid vino a Estados Unidos cuando tenía solo cuatro años de edad. Sus únicas pertenencias eran una cruz, su muñeco y el vestido de volantes que vestía. Cuando empezó la escuela, no hablaba inglés. Pero alcanzó a los otros niños leyendo periódicos y viendo (el canal) PBS y se convirtió en buena estudiante”, relató Obama.
En julio pasado habló durante la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia. Ahí criticó los planes de deportación de Trump y pidió el voto para la candidata Hillary Clinton, a quien elogió por “entender” la naturaleza multicultural de Estados Unidos.
“El presidente Trump quiere hacer creer que todos los inmigrantes son criminales y que los refugiados son terroristas. Pero como mi familia, la gran mayoría de los inmigrantes y refugiados vinieron a este país escapando de la pobreza y el conflicto, buscando una mejor vida y la oportunidad de alcanzar el sueño americano”, puntualizó.
Por ello, los demócratas la eligieron para dar respuesta en español al primer discurso sobre el Estado de la Unión que ofreció el magnate ante el Capitolio el pasado 20 de enero. Astrid se convirtió en el “rostro” de los indocumentados, especialmente de los “dreamers”, jóvenes como ella que han logrado frenar su deportación gracias al Programa de Acción Diferida (DACA, por sus siglas en inglés), proclamado por Obama en 2012.
“Mientras el presidente Trump lanza una cruel operación de deportación contra familias inmigrantes trabajadoras, Astrid Silva simboliza los valores que siempre han hecho a Estados Unidos un país fuerte”, destacó en un comunicado la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Durante la campaña, Trump prometió derogar el DACA y deportar a los “dreamers”, aunque hace apenas algunas semanas reconoció que éste “es uno de los temas más difíciles” que deberá enfrentar y advirtió que lo encarará “con corazón”, sin ofrecer detalles de lo que eso significa.
Frente al terror y la oscuridad, no estamos solos
“El discurso del presidente Trump que escuchamos fue divisor y tiene como fin causar miedo y terror en comunidades alrededor del país”. Los inmigrantes y los refugiados son el “alma y la promesa” de Estados Unidos, “y no estamos solos. Los demócratas han hecho una promesa de luchar por nosotros y por la clase media trabajadora. Ellos son nuestra línea de defensa contra el presidente Trump y las políticas dañinas de los republicanos en el Congreso, en el Senado, en las cortes y en las calles”.
Minutos antes, en su mensaje ante el Capitolio, el mandatario estadounidense se refirió a la intención de hacer cambios en las leyes migratorias. “Creo que una reforma migratoria real y positiva es posible, en la medida que cumplan las siguientes metas: mejores empleos y salarios para los estadounidenses, se fortalezca nuestra seguridad nacional y restablezca el respeto por nuestras leyes”, dijo.
Por ello, Silva lo emplazó a dejar de atemorizar y criminalizar a la comunidad inmigrante. “Nos está regresando a las épocas más oscuras de nuestra historia: criminalizando a cualquiera que es diferente, poniéndonos en contra los unos de los otros”, subrayó.
Y dijo que no le cree: “El presidente y los republicanos pueden usar una retórica más calmada y aparentar moderación, pero sabemos que las palabras se las lleva el viento, son las acciones las que importan”.
México ante la deportación masiva de “dreamers”
Astrid Silva pidió al pueblo y al gobierno mexicano apoyar a los migrantes. ¿Qué estamos haciendo desde este lado como sociedad en atención a ese llamado?
El Senado aprobó la iniciativa preferente del presidente Enrique Peña Nieto para reformar la Ley General de Educación y permitir la revalidación de los estudios que mexicanos realizan en Estados Unidos y que podrían ser víctimas de las deportaciones de Trump.
Sin embargo, el rector de la UNAM, Enrique Graue, aseguró que las instituciones de educación superior nacionales podrían enfrentar una “situación de emergencia” ante esas repatriaciones.
Se estima que en el DACA hay cerca de 600 mil jóvenes, y el 60% de ellos son de origen mexicano.
“Lo que se nos viene es muy serio, pues podrían expulsar a una cantidad considerable de jóvenes. Podríamos tener de repente a 400 mil aquí en México, que requerirían alguna forma de continuar sus estudios y en las instituciones no tenemos (hay que decirlo con toda claridad) espacio para recibirlos”, advirtió el rector.
Incluso, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dejó claro que ante una deportación masiva de dreamers, el gobierno mexicano no cuenta con los recursos económicos necesarios para apoyarlos.
“Si nosotros tuviéramos que enfrentar hoy un incremento en la demanda de matrícula del tamaño del 100% de los dreamers que están fuera, no tendríamos posibilidad presupuestal de acomodarla”.
Creo que México debe ver en esto una oportunidad y aprovechar esa inteligencia y ese talento que podría ser repatriado para construir nuestra propia grandeza. Para dar visibilidad a esos jóvenes, hacer frente al terror y echar luz al oscurantismo que representa el señor Trump.
Hannia Novell. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, realizó estudios en Periodismo, Literatura y Seguridad Nacional en diversas instituciones como la Universidad Iberoamericana, el Centro de Comunicación, Radio Educación y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Especialidad en corresponsalía de guerra en La Universidad de Jerusalem (Israel) y una especialidad en comunicación política en George Washington University. Titular del noticiario estelar de Proyecto 40 en su edición nocturna.