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«DOLCE ÁLTER EGO»: Pixza, rebanadas con causa social

Pizzas inspiradas en la comida popular mexicana (garnachas). 

Alejandro Souza estudiaba una carrera de ciencias sociales en Nueva York. Lejos de su país, sentía nostalgia por los tlacoyos de maíz azul y un día se preguntó: ¿por qué no habrá pizzas de maíz azul?

 

Gracias a esa anécdota sobre lo mucho que nos marcan nuestros sabores de origen, surgió Pixza (http://pixza.mx/), el primer restaurante que ofrece pizzas de maíz azul con ingredientes 100% mexicanos, del que ahora es propietario y en el que ofrece, desde hace año y medio, no sólo una novedad culinaria sino también un proyecto social.

 

Porque Pixza es también una empresa social que “disfrazada de pizzería” apuesta por la reinserción de jóvenes en abandono social (sea por problemas familiares, rezago educativo o antecedentes delictivos).

 

Funciona en dos rieles: por un lado, emplea sólo a jóvenes que han vivido en situación de calle, pero antes de que puedan hornear una de sus novedosas pizzas, pasan por una “ruta del cambio” que los provee de recursos y habilidades para la vida productiva y que los “empodera”. Al final del proceso, reciben capacitación para emplearse, ya sea en la cocina de Pixza o en otro lugar.

 

Por otra parte, los comensales también apoyan acumulando compras. Todo en Pixza se vende por rebanadas (por cierto, bastante generosas, entre 50 y 60 pesos c/u). Tras acumular cinco porciones, en la compra de la sexta el cliente genera una rebanada gratis para un joven en situación de calle. Cada domingo la gente de Pixza entrega 60 rebanadas a un albergue.

 

Con esta dinámica, en un lapso de año y medio, 17 jóvenes se han incorporado a la población económicamente activa en su paso por Pixza y se han entregado un total de 3 mil 600 rebanadas.

 

Elaboradas con una mezcla de harina de trigo y maíz azul, la pizzas de Pixza tienen una textura algo masuda pero más crujiente. Todas traen como base la clásica salsa de tomate, aquí  con “12 especias” y en lugar del mozarella utilizan quesos Oaxaca y Manchego. Todos los toppings son mexicanos y están inspirados en las garnachas, quesadillas, tlacoyos y demás antojitos de la calle.

 

En el momento de mi visita, conté 21 opciones diferentes, pero se trata de un menú rotativo en el que todo el tiempo salen y entran nuevos sabores. Los favoritos ahora son “Chayito” (chapulines remojados en sal y limón) y la “Romántica” (cochinita, cebolla morada y chile habanero). Las que yo probé y que parecen inspiradas en una quesadilla, son la “Chepe” (setas con mantequilla y chile pasilla) y la “Florencia” (flor de calabaza, huitlacoche, epazote, cebolla, jitomate fresco y chile serrano).

 

Destacan como novedades la “Tats” (flor de jamaica con epazote y hoja santa), la “Desquitada” (esquites azules con epazote y chile), la “Más Amarrada” (tamal cambray con pollo y cerdo), la “Penta” (barbacoa de res con cilantro y cebolla) y la “Lupita” (mole poblano almendrado). Probé la de jamaica y es verdaderamente deliciosa: la flor crujiente y acidita y el epazote contundente. Muy acertada.

 

Además ofrecen una Pixza “Dulce” (nutella, chispas de chocolate, chantillí y bombones), aunque la verdad “paso sin ver”, no me gusta engordar con dulces de fiesta infantil, aunque tienen también un strudel tradicional.

 

En alianza con la organización Gastromotiva, lo que resta de febrero y hasta el 31 de marzo estará a la venta (sólo en la sucursal de Córdoba 234) la rebanada de Pastel Azteca (pollo, elote, rajas, crema y queso), cuya recaudación servirá para capacitar a más jóvenes que eventualmente serán contratados en su red de restaurantes adscritos.

 

En cuanto a bebidas, la oferta es: refrescos, cervezas estándar y artesanales, aguas frescas (jamaica, tamarindo, limón con pepino y limón con chía), agua de coco, mezcal y un coctel mexicano envasado, el Mezcamaica (mezcal, jamaica y miel de agave) que se ve bastante antojable.

 

 

 

El ambiente es relajado y muy juvenil. Observé a un grupo de estudiantes que disfrutaba y por lo grande de las rebanadas se pueden compartir mitad y mitad, y así probar más ingredientes. Si te gusta comer pizzas pero también quesadillas y tlacoyos o quieres ayudar pero no sabes cómo ni dónde, Pixza es tu lugar.

 

Mi único “pero” es que las salsas son muy picantes y no hay oferta de ensaladas en el menú. Ojalá hubiera al menos una charola con jícama, pepino y zanahoria.

 

 

Pixza

 

Córdoba 234

Col. Roma Norte

 

Liverpool 162-B

Col. Juárez

 

Facebook: pixzamx

Twitter: @pixza

 

 

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