«COLUMNISTA INVITADO»: ¿Y si dejamos de cooperar con ellos? - Mujer es Más -

«COLUMNISTA INVITADO»: ¿Y si dejamos de cooperar con ellos?

Un plan como el DN-3 para migrantes debería ser implementado con el gobierno de EU. 

Seguimos con el tema de las amenazas e incertidumbre. Pese a la tregua acordada entre el gobierno mexicano y el de Donald Trump, se sigue filtrando información sobre la relación bilateral, tal es el caso de los detalles de la llamada entre ambos mandatarios sobre “los malos hombres” de la semana pasada.

 

Sea o no cierto el contenido de la conversación difundida, ésta no abona a generar la confianza y debilita ese frente común mexicano (real) del que tanto se ha hablado para enfrentar lo que se venga a consecuencia de lo que sea el resultado de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), las posibles deportaciones de muchos indocumentados y los efectos del muro en la población a lo largo y ancho de la frontera que, dicho sea de paso, no existe un programa real para atender el problema de las posibles repatriaciones.

 

Un plan como el DN-3 para atender desastres naturales para este caso, sería una opción. Hemos sido reactivos y no activos en nuestras respuestas. Al respecto, me parece que deberíamos evaluar nuestros esquemas de cooperación en varias áreas con el nuevo gobierno de los Estados Unidos: ¿Qué tal en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico?

 

No es un secreto que México ha sido un fiel colaborador en esta materia. Un ejemplo es la llamada Iniciativa Mérida que de acuerdo al periódico El Economista, “es un proyecto internacional de seguridad establecido por los Estados Unidos en acuerdo con México y los países de Centroamérica para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. El acuerdo fue aceptado por el Congreso de los Estados Unidos y activado por el presidente George Bush el 30 de junio del 2008”. Curiosamente, a partir de ese año al día de hoy, México ha invertido una gran cantidad de recursos en materia de seguridad y defensa.

 

De acuerdo a un estudio reciente del Dr. Carlos Barrachina, especialista en la materia, “México ha invertido desde el año de 2008 al 2015 1 billón 820 mil 346 millones de pesos en estos rubros”. Su investigación denominada “Las trampas de la seguridad: el gasto en Seguridad Pública en municipios y entidades federativas mexicanas 2008-1015”, señala que “México ha invertido una gran cantidad de recursos para reformar el Sistema Nacional de Seguridad Pública, especialmente en las entidades federativas y en los municipios del país. Sin embargo, diferentes factores explican que este esfuerzo presupuestario no haya tenido el éxito esperado… falta de continuidad de los titulares del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que han cambiado casi de forma anual, y la limitada voluntad política de gobernadores y alcaldes que centraron su debate en el mando único, sin entenderlo de forma adecuada, mientras el tiempo pasaba y no reformaban las estructuras  policiales en sus áreas de responsabilidad”.

 

Si bien es cierto, el tema de seguridad pública es un pendiente en México, también lo es que gran parte del problema ha radicado en que nuestro país ha sido afectado por los efectos derivados del tráfico de drogas. Paralelamente a ello, desde el año de 2008 el gobierno mexicano ha venido desarrollando una estrategia de contención de la migración proveniente de Centroamérica y de otras partes del mundo.

 

México es una nación que es parte del fenómeno migratorio (origen, tránsito y destino) que debe de atenderse no solo con medidas de control policial por parte del Instituto Nacional de Migración (INM). Se necesitan desarrollar programas y políticas de desarrollo económico regional para combatir las razones estructurales que hacen que un individuo migre o se involucre en el crimen organizado. Los recursos podrían venir de un replanteamiento de las partidas presupuestarias a seguridad y defensa que no han funcionado. Este tema necesariamente tendría que estar presente en la mesa de negociaciones con Estados Unidos, más aún cuando esos “malos hombres” de los que habla Trump, son el resultado de un problema de adicción y consumo en su país.

 

Como respuesta a su muro, las posibles repatriaciones y negociación del TLCAN no estaría nada descabellado comenzar a plantear la pregunta ¿Y si dejamos de cooperar con ellos, por lo menos en materia de seguridad y defensa? 

 

Doctor Adolfo Laborde. Analista internacional.

 

 

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