Los hombres modernos lavan ropa, cocinan y cambian pañales.
“¡Deja de lavar esos trastes y sal de la cocina inmediatamente! ¡No te me vayas a hacer joto!”. Tremendo grito que pegó la madre al ver que su pequeño de 10 años le daba con gusto a tallar la grasa de una olla. Después, éstas mismas mujeres son las que crían hijos machos y buenos para nada.
Hay que aclarar unos cuantos puntos de cuáles son las cosas que NO te hacen “gay, joto, lilo, mariposo, marica”…
No te hace gay jugar con muñecas cuando eres niño. Al contrario, los expertos aseguran que vuelven al pequeño más amoroso para con el resto de los seres humanos y les sensibiliza de manera muy positiva.
No te hace gay el que no te guste pelear o que no comas picante. Las bromas de hostigamiento —‘bullying’— comienzan por ahí. Si no te agarras a madrazos a la salida de la escuela, eres marica. Si no comes chile en la comida, te hacen burla.
No te hace homosexual el que te gusten las artes. Hay jóvenes muy hombrecitos que son bailarines de ballet o patinadores artísticos en hielo y son machitos bien calados. Que te guste la fotografía, la pintura, etc., no tiene nada de malo porque expresas —como el jugar con muñecas—, tu sensibilidad y la compartes.
No te hace “joto” el que te guste la peluquería o el diseño de modas. Óscar de la Renta fue un muy reconocido diseñador de ropa que siempre se mostró al mundo como un hombre heterosexual que gustaba vestir con elegancia a las mujeres. Tengo amigos peluqueros que por ningún lado les ves lo “mariquitas” y que gustan de las mujeres con gran pasión. Es más, conozco a una familia entera de peluqueros, cuatro hombres, tres mujeres, y ninguno es gay.
No te hace “jotito” que vistas de colores pastel, ni que uses el color rosa. Ya pasó esa época en la que las burlas no se hacían esperar si te ponías una camisa de ese color, y ya más atrevidos, unos pantalones.
No te vuelve gay el que te gusten las películas llamadas ‘chick.flicks’, que se supone son de tono romántico y para mujercitas que gustan de suspirar viendo cómo se aman en la pantalla. Muchos chavos prefieren comprar la ‘peli’ en la calle y verla a escondidas, no sea que les ‘tiren carrilla’ los cuates y después lo divulguen por ahí.
No te conviertes en gay si tienes muchas amigas mujeres y te gusta pasarla con ellas y no con tus amigos. Tampoco el que te guste mucho estar con tu mamá. Si te tachan de mandilón, ¡mándalos al carajo! Tu mamá siempre te va a querer.
No te hace marica el que ayudes a tu mujer con los niños, ni que le cargues la bolsa o le ayudes a pintarse las uñas (¡Por Dios!). Esos tiempos donde los hombres dejaban todo el trabajo de casa a las mujeres, ya no existen. Los hombres modernos lavan ropa, cocinan y cambian pañales.
Nooo te hace gay hablar de la belleza física de otro hombre. Puedes apreciar su galanura sin que esto quiera decir que te gusta. ¿Por qué las mujeres sí pueden decir que otra es guapa y los hombres no de otro chavo?
No eres “lilo” si te gusta cocinar y hacer pasteles con betún y toda la cosa. Los más famosos chefs del mundo ¡SON HOMBRES!
Y la más importante y la que quizás causa más confusiones: No te haces homosexual si te acuestas con otro hombre. Si lo haces como para experimentar tu sexualidad y no pasa de ahí, No eres gay. Si lo haces, por favor NO tomes represalias contra quien tuvo relaciones contigo.
Generalmente, usan el argumento de que estaba borracho o que el otro lo convenció o que lo sedujo y él no quería.
Si ya lo hiciste, aguántate como el machito que eres y no andes culpando al otro y mucho menos lo golpees. Asume las consecuencias de tus actos y no te violentes contra nadie. Si lo haces más de una vez y muchas veces, entonces sí te gusta ‘el truene de pistache’, disfrútalo entonces. Tampoco te hace gay el leer mi columna (jejeje).
Raúl Piña es egresado de Ciencias de la Comunicación (UNAM). Extrovertido, el mejor contador de chistes y amante de las conversaciones largas. Fiel a su familia, de la que adopta honor, valor y mucho corazón. Vive en Toronto, Canadá, desde hace 20 años, pero sus raíces sin duda son 100% mexicanas. Escribe como le nace y como dijo Ana Karenina: “Ha tratado de vivir su vida sin herir a nadie”.