La lista de famosos que murieron en 2016 es impactante.
Parece ser que el guion de 2016 fue escrito por el más sanguinario de los creadores de terror, en cuanto a muertes de famosos se refiere.
Nos deja sin aliento el sólo pensar que cada vez nos vamos quedando más solos de gente interesante, poderosa, productiva, imaginativa y más que nada, cercanos a nuestros ideales y a nuestras convicciones más intrínsecas.
Iniciamos el 2016 con la muerte de David Bowie (10 de enero) y de ahí en adelante se inicia una despiadada cadena de fallecimientos.
Nos han dejado sin Mohammed Alí, quien fuera un ejemplo en su momento de entereza; desafió al gobierno de su país al negarse a ir a pelear a una guerra estúpida. Según la revista TIME, edición año 2000, es el más grande atleta de todos los tiempos.
Johan Cruyff, jugador del equipo holandés de soccer, se va y deja un gran legado después de haber llevado a su equipo a la final de la copa del mundo de 1974.
El mundo de las letras pierde en febrero al escritor italiano Umberto Eco (“El nombre de la rosa”).
Marzo y abril se llevan a Nancy Reagan y a Doris Roberts (“Everybody loves Raymond”) y al genial músico y creador de nuevas tendencias en la música, la moda y todo lo relacionado con la extravagancia y el talento a raudales, su majestad: PRINCE.
La política pierde grandes figuras, que si no siempre fueron del agrado de todos, como Fidel Castro, también se fueron Shimon Peres ex Primer Ministro de Israel y Boutros Boutros Ghali, quien fuera secretario de la ONU y a su vez primer ministro de Egipto.
Matt Roberts (The Doors) y Leonard Cohen nos dejan un inmenso vacío en la música, y éste último (canadiense), es quizás una de las pérdidas más lloradas en el mundo.
México no podía ser la excepción en el terrible exterminio de talentos y figuras amadas por la audiencia.
Juan Gabriel se va de este mundo en septiembre y acapara los titulares de todos los periódicos, no sólo en México, sino en toda Latinoamérica y España. “El divo de Juárez” crea tremendas controversias aún después de su muerte. Que si se entierra o no en el zócalo capitalino, que si en Bellas Artes, que si lo merece o no. Que si la herencia, que si las cenizas, que si Miami o Parácuaro, que si es papá de más de 8 chamacos y no era tan gay, que si era un semental, que si sigue vivo, que si dejó o no testamento, que si dejó canciones inéditas, que si iba a cantar con Aretha Franklin…
Por lo pronto, Juanga se lleva la nota por más de dos meses donde en los que no se habla de otra cosa que no sea su historia, su legado y sobre todo, sus canciones resurgen y no hay cantina-restaurante-putero-bar-rockola-pachanga donde no lo escuchen.
Adiós al profesor “Jirafales” (Rubén Aguirre), Leonorilda Ochoa, Eva Muñoz “Chachita”, Alberto Rojas “El Caballo”, Polo Ortín, Carlos Cardan, Mario Almada y el maravilloso actor y maestro Gonzalo Vega.
Y cuando parecía que ya nada nos podía sorprender, en diciembre nos dan la última bofetada en pleno rostro con la muerte de Carrie Fisher, la famosa Princesa Leia de “La Guerra de las Galaxias”. Y al día siguiente, su madre Debbie Reynolds de quien se dice no murió de un ataque al corazón, sino por un corazón roto tras la muerte de su amada hija.
La estocada final, la muerte de George Michael, quien fuera vocalista del grupo “Wham” y después solista con clásicos como “Faith”, “Freedom”, “Careless whisper”… Más que un ídolo musical, se convirtió en un ícono de la comunidad gay y sembró tendencias que marcarían a toda una generación.
“El recuerdo de los muertos perdura en la memoria de los vivos”, Marco Tulio Cicerón.
Raúl Piña es egresado de Ciencias de la Comunicación (UNAM). Extrovertido, el mejor contador de chistes y amante de las conversaciones largas. Fiel a su familia, de la que adopta honor, valor y mucho corazón. Vive en Toronto, Canadá, desde hace 20 años, pero sus raíces sin duda son 100% mexicanas. Escribe como le nace y como dijo Ana Karenina: “Ha tratado de vivir su vida sin herir a nadie”.