«POTENCIAL»: Universitarias y sus estilos - Mujer es Más -

«POTENCIAL»: Universitarias y sus estilos

Existe variedad de estilos de aprendizajes y sus combinaciones tanto entre las mujeres como entre los hombres. 

Uno de los problemas del machismo es la naturalización de los roles y el objetivo de tal conducta social es limitar a las mujeres a esquemas pasivos. Así se naturaliza la responsabilidad de la crianza de los hijos, las actividades secretariales y la interpretación del ballet como si fueran actividades que respondieran al código genético de las mujeres.

 

No hay nada de eso, para evidenciar que los atributos asociados a los géneros son una construcción cultural y no una predestinación ligada a la naturaleza de cada persona según sus características específicas de ser varón o mujer, se hizo hace años un interesante experimento en un cunero de un hospital: las enfermeras cambiaron el color de las mantas de los recién nacidos y así los bebés varones fueron arropados con mantas rosas y las bebitas con mantas azules.

 

Como en un focus trajeron a distintos grupos de los variados sectores socioeconómicos de la ciudad: hombres, mujeres, profesionistas, de clases subalternas… Y registraron las expresiones que hacían al observar los primeros movimientos de las y los pequeños. Así, las niñas tuvieron la predicción de que iban a ser futbolistas, que eran muy fuertes, de mentes despiertas mientras los niños recibieron los calificativos de delicados, sonrientes y graciosos. 

 

No hubo diferencias entre los grupos sociales, lo mismo los blancos que los afrodescendientes; lo mismo la clase media que el proletariado. Lo mismo hombres y mujeres. La misoginia reúne discursos y prácticas, y es además totalizadora así que es más que una mentalidad individual una cosmovisión que naturaliza como característica femenina la pasividad. 

 

Cuando se revisa las teorías del aprendizaje y se relaciona con el desempeño en clase, se puede suponer falsamente que el hecho de que las alumnas tengan un mayor énfasis en el estilo de aprendizaje imaginativo, cuando en realidad tenemos muchas y grandes científicas que por supuesto tienen un estilo de aprendizaje analítico, como es el caso de la Astronomía, donde se cuenta con una buena proporción de mujeres científicas. 

 

También tenemos interesantes arquitectas cuyo estilo de aprendizaje está entre la experiencia estética y el sentido común, así como la habilidad de crear cosas. Y por supuesto tenemos aquellas que están orientadas a la creatividad, como las publicistas y las poetas. 

 

En fin, hay tal variedad de estilos de aprendizajes y sus combinaciones entre las mujeres, como entre los hombres pero los bailarines de ballet, los diseñadores y los estilistas caen dentro de los estereotipos machistas, y se les considera afeminados por dedicarse a las actividades que quedan cubiertas por las mantas rosas de los estereotipos. 

 

Lo que es importante saber es que si bien tenemos un hemisferio predominante y esto puede estar moldeado por factores culturales; también es cierto que la inteligencia, la habilidad de obtener conocimiento, la inteligencia emocional y la habilidad de construir cosas, se puede adquirir, entrenar y mejorar.

 

La invitación es a que las universitarias desechen las mantas rosas y azules, y se cubran con las del color que deseen. Que atiendan a la teoría de los estilos de aprendizaje que señala que todos tenemos algo de los cuadrantes de creatividad, de sentido común, de percepción sensorial, etcétera, y con eso podemos construir el conocimiento de múltiples formas. 

 

Genoveva Flores. Periodista y catedrática del Tec de Monterrey.

 

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