Empezó una era de populistas y no sólo en Europa.
A dos semanas que la derrota de Hillary Clinton se vivió como señal de las dificultades de las mujeres para romper “el techo de cristal”, la canciller Angela Merkel anuncia que buscará un cuarto periodo en la conducción de Alemania.
La noticia suscita la duda: ¿podrá la política más poderosa de la Unión Europea conseguir su propósito?
Aprovecho la presencia de mi sobrina Franca Beltrán Günther en México para desahogar esta duda.
Es una joven de 19 años, radicada en Berlín, que al concluir sus estudios de bachillerato optó por realizar en su segunda patria el servicio social como maestra de alemán.
Juntas seguimos el cierre del proceso electoral estadounidense y padecimos la madrugada del 9 de noviembre el triunfo de Donald Trump.
Así que esta vez, le cedo la palabra a Franca, quien con una claridad de habitante del mundo pone en la balanza la candidatura de Merkel.
***** ***** *****
He aquí sus reflexiones tan interesantes como clarificadoras:
“Las opiniones acerca de la cuarta candidatura de Angela son muy divididas.
Por una parte el segundo partido más grande, el Social Demócrata, no quiere que Merkel gane otra vez y que sea por cuarta vez la canciller.
Por otra parte, el partido de derecha, Alternativa para Alemania, usa su candidatura para volver a Merkel como una figura a la cual odiar.
Quieren llevar adelante la división de la sociedad para tener más oportunidad de ganar la elección.
Me parece mal que repita porque ya son muchos años que es canciller y me parece mal que no haya más candidatos en su partido que podrían ser aspirantes a ese cargo.
Pero también me parece bien porque tiene experiencia. Va a ser muy difícil para ella y no como las campañas electorales anteriores.
Porque ahora empezó una era de populistas y no sólo en Europa con Erdogan en Turquía, Putin en Rusia, le Pen en Francia y Johnson en Inglaterra sino también con Trump en Estados Unidos.
Desde hace tiempo, empezó la crisis de refugiados en Alemania y con eso se inició el proceso de la división de la sociedad.
La Unión Europea no actuó con una repartición de los refugiados, mayormente de Siria, a todos los países de la UE u otra solución. Y Merkel tampoco le puso un stop a esa afluencia.
Por eso mucha gente tuvo y tiene miedo de que los refugiados les quiten los trabajos o que los refugiados sean terroristas del Estado Islámico.
Por lo tanto, es importante que no haya atentados durante el proceso electoral, porque si no ganar sería muy difícil para Merkel.
Por eso se formaron grupos y partidos de derecha como la Alternativa para Alemania, que rechaza a los refugiados y que están en contra de las políticas de Merkel.
A esas fuerzas, lamentablemente les conviene que Angela quiera repetir para criticar sus errores de estos últimos 12 años y ganar más votantes para esa oposición.
Al margen de lo que significa esa intención de repetir, pienso que gracias a Merkel la gente de mi generación en Alemania ha sentido que tener una mujer en una posición poderosa es normal y posible.
Y pienso que eso es deseable y ejemplar en un mundo tan patriarcal”.
***** *****
Gracias, Franca, por hacernos comprender que lo que suceda en Alemania nos incumbe tanto como la incertidumbre de los migrantes en el mundo, el avance del discurso del odio y la relevancia que una mujer de poder tiene entre las niñas que crecen mientras ella gobierna.