Acababa de cumplir 18 años de edad, cuando Diana se embarazó. El 17 de Noviembre de 2011 se convirtió en madre de una pequeña a la que llamó Violet, sólo unos meses vivió con el padre biológico de su hija y luego se separaron para siempre…
Al poco tiempo, un amigo de Diana le presentó a Jonathan Alonso Ramírez Teolotitla, –actualmente tiene 29 años–. Se enamoraron y decidieron vivir juntos. Pero aquel tiempo compartido, año y medio, no fue otra cosa que el mismísimo infierno.
Diana era maltratada y golpeada frecuentemente por Jonathan por sus inseguridades y celos. El pasado 7 de febrero del año 2014, Diana se armó de valor y presentó una denuncia ante la Lic. Marilú Cerón Zompance con número de oficio 15023440214 en AMPEVIS de Valle De Chalco de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
Aquel día fue negro para el corazón de Diana, mujer enamorada. “Tienes un golpe en el ojo, costillas rotas y lesiones en todo el cuerpo”, le dijo el médico legista.
¿Por qué el amor le dolía tanto?
Lo que les contaré que ocurrió después, fue que aquel chispazo de valor que Diana tuvo al denunciarlo, simplemente se fue al carajo, ya que esa denuncia jamás procedió. Nunca fueron por Jonathan Alonso Ramírez Teolotitla. Jamás ningún policía de investigación se presentó a cuestionarlo. Ningún Ministerio Público lo mandó traer. No hubo castigo. A nadie le importó lo ocurrido y Jonathan quedó libre, impune y ganó.
Como suele ocurrir cuando no existe una red de apoyo, días después Jonathan buscó a Diana con un discurso clásico en los agresores: “No me obedeces”, “tú me provocas”, “tú tienes la culpa”. La baja autoestima y el “amor” hacia él hicieron que ella decidiera regresar -y ooootra vez llevó a Violet y todas sus pertenencias de nuevo, a casa de su suegra, ubicada en Valle Chalco-.
Testigos entrevistados para periodismoatodaprueba.blogspot.com refieren que Jonathan todo el tiempo le gritaba a Diana:
“Eres una puta”, “no vales nada”, “hay mujeres mejor tú”, “seguro te quieres ir porque ya tienes otro que te la mete”, le decía siempre.
Otro testigo sostiene que “a Violet, Jonathan le quemó los pies, yo se los vi”.
“Jamás me percaté del abuso a mi nieta. Jonathan nunca permitió que mi hija me visitara durante el tiempo que vivieron juntos. Las pocas veces que lo hizo, duraba unos minutos. A veces nada más llegaba y en un ratitito se iba”, dice Beatriz, abuela de Violet en entrevista.
ADIÓS, VIOLET
Las cosas no mejoraban en casa. Y encima de todo, Diana aceptó por “amor” ser ella quien llevara el sustento a casa para Violet, Jonathan y si no llevaba dinero a casa “le iba como en feria, era madriza segura”, dice otra testigo.
10 de abril de 2014
Aquella tarde, Diana le dijo a Jonathan que no quería ni tenía ganas de ir a trabajar. Jonathan se indignó y la obligó. Discutieron fuerte. Diana no tuvo más remedio que arreglarse e irse a trabajar el turno de siempre en el Billar Bar. El reloj marcó las 5:30 de la mañana cuando ella regresó a casa. Jonathan discutió con ella de nuevo y le quiso pegar. Estaba furioso.
Algo que le llamó la atención a Diana, es que su suegra estaba a esa hora sentada en su sala y al entrar sólo la miró y sin decirle se levantó de aquel sofá y se salió.
“Mi hija me dice que cuando llegó, la niña estaba en la cama llorando, pero con un llanto distinto casi quedito, como que más bien se quejaba e intentaba levantarse pero no podía”. Ahí entonces, Diana le preguntó a Jonathan:
-¿Qué tiene Violet?
Él respondió con fastidio: “no sé….vomitó, ha estado de chillona, no se calla”.
A esa hora, Diana la abrazó y decidió llevar a su hija al hospital, algo no andaba bien. En dos hospitales particulares no le recibieron a la pequeña, se veía grave. Fue en el Hospital Fernando Quiroz de Valle de Chalco donde la recibieron y a la vez la trabajadora social le solicitó, según la declaración de hechos de Diana, unos documentos.
“Ahí fue cuando mi hija le da dinero a Jonathan y lo manda por los papeles a su casa”, recuerda la abuela de Violet.
Los siguientes hechos fueron registrados minuto a minuto por esta reportera:
11 de abril 7:10 AM
Violet moría por golpes en el Hospital Fernando Quiroz del Estado de México.
Presentaba moretones en mejillas y ojos, una especie de mordida en la cabeza y golpes por todos lados. La causa del fallecimiento: Estallamiento de Vísceras.
11 de abril 7:30 AM
Hospital Fernando Quiroz
Diana le llama a Beatriz, su madre y abuela de Violet y le dice: “Violet ha muerto”.
Del Hospital trasladan a Diana ante el Ministerio Público de ese municipio, y luego a la fiscalía de homicidios en Neza, Bordo de Xochiaca, donde relató lo que aquí se ha detallado.
Desde el 11 de abril de 2014
El paradero de Jonathan Alonso Ramírez Teolotitla era desconocido. Estaba prófugo.
Y otra cosa más….
Durante meses, la abuela de Violet y esta reportera indagaron juntas o por separado cada indicio que las llevara al paradero de Jonathan Alonso Ramírez. Fueron largas las horas compartidas, en las noches o madrugadas, durante el día o por la mañana, fueron varios los lugares que acudimos en busca del paradero del infanticida. Beatriz, movida por el dolor de perder a su nieta y cansada de escuchar que la autoridad le decía: “Aún no tenemos nada” y yo, movida por ser reportera, pero además por la entereza de Beatriz y la decisión de que no podía quedar impune. En cierto mes, “esta reportera dejó de ver a Diana y Beatriz me respondió: “El dolor no la dejaba en paz y me dijo que se iría a otra ciudad, no sé nada de ella”. No me dio buena espina.
Inimaginables son los lugares a donde la abuela y yo acudimos a buscarlo. Siempre expuestas. Siempre cuidándonos la espalda la una a la otra. Una vez era en Puebla, otra en Chalco, luego en Valle de Chalco, o los Reyes, Estado de México. Sólo les compartiré que una de las pistas rindió frutos y Jonathan fue localizado ¿adivinen con quién? Sí, con Diana, ¡sí!, viviendo de nuevo con Diana, la madre de Violet.
Jonathan fue detenido, hoy está en una cárcel haciendo de todo para salir e incluso le ha pedido a Diana: “Otórgame el perdón”.
Beatriz es una mujer fuerte y amó profundamente a “Vayo”, como le llama de cariño. Hoy abrazo a una abuela que ha defendido los derechos de Violet y se ha aferrado en tribunales a que el infanticida y feminicida de su nieta no quede impune y gasta lo que no tiene en pasajes a Toluca, sólo por una razón: “Justicia”.
“Todo el tiempo estoy con la angustia de que me llamen y me digan: ya salió de la cárcel”.
Esta historia dolorosa, nos deja entrever que las mujeres en su mayoría vamos permitiendo, -soy mujer- que una y otra y otra vez nos lastimen y no ponemos límites por muchas razones, cada historia tiene sus aristas. Diana permitió y justificaba a Jonathan. Ella dio permiso a la violencia de arrebatarle a su hija a golpes. Hoy, no habrá pastel y mañanitas, sino vacío y dolor.
Diana recibió de Jonathan golpes de rabia y furia, los mismos golpes que recibió su pequeña de 3 años de su padrastro, un hombre de 28 años, que no las respetó ni las amó…
Y no, no importa ni la condición social, ni grado de estudios, ni raza o religión. La violencia es violencia y como en la historia de Diana y Jonathan, se disfraza y aparece y desaparece, es perfectamente detectable, pero los miedos y la soledad paralizan. La violencia va destruyendo nuestro entorno y nos debilita. Si estás enfrentando una situación de violencia, recuerda esta historia y mírate en ella. Las relaciones violentas no son sanas. Cúrate y en un tiempo considerable podrás mirar al pasado sin dolor.
Yohali Reséndiz, periodista: “Amo el periodismo de investigación y denuncia, todos los días lo ejerzo. Soy intolerante a los estúpidos, abusivos del poder, corruptos, ladrones, machistas, violentos. No soporto la mentira ni tampoco a quienes discriminan”.