«CUARTO PISO»: El absurdo y perverso "Duarte Show" - Mujer es Más -

«CUARTO PISO»: El absurdo y perverso “Duarte Show”

Las pervesidades y absurdos del caso Javier Duarte, gobernador con licencia de Veracruz.

El tema del “exsaqueador”, perdón exgobernador veracruzano Javier Duarte, representa lo más ruin, patético e indignante de la política. Y mire que ruines, patéticos e indignos hay muchos, pero Duarte es el mismísimo ejemplo de impunidad, corrupción y cinismo, por decir lo menos. Y cada día que pasa, nos da más sorpresa. 

 

Canallas hay en todo el mundo, pero lo que pasa en México es inconcebible.

 

El lunes pasado llegó al Congreso local un hombre –ahora sabemos que se trata de Jorge Ramírez Tubilla, primo de Karime Macías Tubilla, esposa del gobernador con licencia para entregar un oficio en el que supuestamente el repudiado Javier Duarte pide dejar sin efecto la licencia que solicitó el 12 de octubre y reincorporarse a su cargo como gobernador de Veracruz. 

 

Una provocación, una burla, un show mediático más que puso nerviosos a unos, mientras que otros le siguieron el cuento. Al grado que tuvieron que comprobar si era o no su firma y revisaron qué trámite debían darle a esa bravuconada. 

 

¿Cuál era la intención del “dichoso oficio”? Es inverosímil creer que el exgobernador, buscado por la justicia, acusado de los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, quisiera regresar al gobierno 15 días antes de que concluya su mandato y ver cómo su enemigo Miguel Angel Yunes, recibiría la estafeta. Absurdo, impensable. 

 

De Duarte, sus incondicionales y de quienes lo dejaron huir, se puede esperar cualquier perversa maniobra. 

En el congreso estatal se montó un operativo, ¡hágame favor!, por si acaso aparecía Duarte. Elementos de la PGR revisaron hasta las cajuelas de los autos de legisladores. No querían que se repitiera el caso del hermano de perredista Leonel Godoy, Julio César –aún prófugo de la justicia–, quien entró a la Cámara de Diputados en la cajuela de un automóvil para tomar posesión como diputado federal y gozar de la impunidad del fuero.

 

Me cuesta trabajo creer que sea cierto, pero con Duarte han ocurrido tantos absurdos que uno más no sería descabellado y si no, juzgue usted.

 

Ya prófugo, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI lo citó el 25 de octubre para darle la noticia de que fue expulsado del partido. Risible. Bueno, hasta una taza de café lo esperaba. Por supuesto, ni se apareció.

 

La PGR ofrece 15 millones de pesos a quien proporcione información que lleve a su captura. ¿15 millones? Muy poco en comparación de lo que robó. Ahora la PGR ofrece recompensa cuando se les fue de las manos, no lo siguieron, no hubo prevención y menos inteligencia. Es más, hay quienes aseguran que no sólo lo dejaron ir, sino que hasta la puerta le abrieron.

 

Flavino Ríos, gobernador interino, asegura que su amigo Duarte lo engañó, como a todos, y que no sabía de la gravedad del problema financiero que enfrentaba Veracruz. ¡Ay, Flavino Ríos!, si no le crece la nariz, que se cuide de la cárcel. Como secretario de gobierno de Javier Duarte ha sido señalado de colusión y de haberlo ayudado a huir. 

 

-Ayer, Flavino Ríos presentó el último informe de gobierno y con un “cinismo inaudito” dijo que en tiempos adversos y de crisis, se dio prioridad al saneamiento de las finanzas y al reforzamiento de la seguridad pública. Sería importante saber qué piensan los veracruzanos de tal declaración.

 

Así va el Duarte show. Un ex priista que renunció al gobierno de Veracruz, no para huir, aseguró muy valiente la mañana del 12 de octubre, sino para demostrar que todas las acusaciones en su contra eran mentiras. Descarado.

 

Antes, el 11 de agosto, una falsedad más: “¿Me veo en la cárcel? No. Por una simple y sencilla razón: el que nada debe, nada teme. Y lo que dice Miguel Ángel Yunes tiene la misma calidad moral como si lo hubiera declarado el Chapo Guzmán”.

 

Hoy, repudiado y prófugo de la justicia.

 

Lo más lamentable es que mientras aumenta el descrédito y rechazo social a su abominable persona, también aumentan sus tropelías, componendas y sus propiedades mal habidas. El peor gobernador (y mire que ha habido varios) en la historia de Veracruz. 

 

 

 

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