«COLUMNISTA INVITADO»: La nueva Nao de China - Mujer es Más -

«COLUMNISTA INVITADO»: La nueva Nao de China

Estudiantes y profesores mexicanos son la nueva generación de la Nao. 

Despedía a mi amigo Elías que regresaba a México. No podía ocultar mi tristeza. Se iba un buen amigo con quien conocí esa parte de China que sólo los aventureros de los negocios saben que existe. Previo a la cena en el Hilton que está cerca del Jing´an Temple, quedé en medio del puente del paso a desnivel, en pleno aguacero proveniente de uno de los tantos tifones que azotan la región durante esta época del año. Decidí contemplar aquel majestuoso palacio que con su iluminación emergía como una imponente estructura en la noche. Pensaba en lo que motiva a las personas a atravesar el mundo en busca de experiencias nuevas y oportunidades.  

 

Sin duda, tema complejo y difícil de entender si uno no ha estado en esos zapatos. Navegaba por mi mente: muchas imágenes, lugares, personas que han pasado en mi vida durante tantos viajes. En ese momento cobró sentido lo que otro personaje, Alejandro Salas, de ProMéxico, previamente entrevistado me dijo: “los empresarios, estudiantes, profesores y aventureros mexicanos que están poniendo sus banderitas en China son la nueva generación de la Nao de China”.  Y sí, efectivamente es así.

 

La Nao de China o el Galeón de Manila fue una ruta comercial que existió entre el Puerto de Acapulco de la Nueva España y Manila, Filipinas (1565 a 1815) en donde se comerciaba una gran cantidad de productos. Gracias a ella, se introdujeron a la Nueva España mercancías y alimentos (especies) nunca antes visto en la América española y viceversa: pimienta, clavo, canela, marfil, porcelana, laca, telas (tafetanes, sedas, terciopelo, raso). Cabe mencionar que regularmente todo esto fue pagado con plata mexicana que se usaba como moneda corriente en la época. Una gran cantidad de las mercaderías eran transportadas por tierra en la Nueva España y embarcadas en Veracruz con destino al puerto de Cádiz.

 

La ruta comercial duró alrededor de 250 años; sin embargo, se detuvo en el año de 1815 por la guerra de independencia en la Nueva España. La duración del viaje era de alrededor de 4 meses. La ruta no hubiera existido sin la corriente marina denominada Kuro-siwo que regresaba a las naves españolas de Asia hacia Acapulco.

 

Hoy en día, a pesar de que la ruta comercial no existe, queda su recuerdo y éste sirve para reconocer el trabajo de una gran cantidad de actores de la sociedad civil mexicana que con su trabajo refuerzan día a día la relación entre México-China y con algunos otros países de la región. Tal es el caso de una gran cantidad de mexicanos talentosos que por causalidad he encontrado. Sus historias, muchas de las cuales bien podrían ser el guion de una novela, las compartiremos en este espacio.  

 

 

Profesor del Departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey, Campus Santa Fe. Investigador visitante del Instituto de Desarrollo de la Universidad de Fudan, China.

 

 

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