Aceptar los errores y no inventar maldiciones, será la clave para el triunfo deportivo mexicano.
Son de esas historias que uno no creería, la llamada “maldición de la cabra”, que acechó a los Cachorros de Chicago desde 1945, cuando Williams Sianis no pudo ingresar al Wrigley Field junto a su cabra Murphy, desatando la ira de un aficionado que aseguró que los “Cubs” nunca volverían a ganar un campeonato.
Si bien no habían ganado desde 1908, el acontecimiento de la cabra se hizo famoso, tanto que seguimos hablando de él.
Afortunadamente para los “Cachorros”, ya pudieron romper la sequía y la maldición, y son los nuevos campeones del beisbol de Grandes Ligas, tras vencer en un épico partido a los Indios de Cleveland y decirle adiós a Murphy.
Ahora, piense en el equipo de sus amores y hace cuánto no ganan un título.
Habría que hacer una gran investigación y buscar en alguna foto antigua a una cabra, porque de verdad que una “maldición” reposa sobre los hombros de muchos equipos de México, sobre todo hablando de futbol.
Podemos creer en los hechizos o maldiciones, sobre todo en estas fechas macabras, pero en realidad, yo buscaría en los malos manejos y decisiones absurdas de esos equipos, llámense de futbol o cualquier otro deporte.
La suerte tampoco considero que intervenga, ya que no llega sola. La suerte se hace, se construye. Si un deportista se prepara lo suficiente, seguramente conseguirá el objetivo deseado. No digo que sea fácil, pero en ocasiones es más fácil culpar a la suerte o a algo inexistente que a uno mismo y aceptar los errores.
Lo que intento decirles con esto, es que “Murphy” y su maldición no existen, sólo era una forma de no aceptar la derrota, algo que no sólo pasa en nuestro país deportivamente hablando, pasa en todo el mundo. En el momento en el que se acepte el error, equipos cómo Cruz Azul, Atlas, Veracruz, Puebla, Necaxa, Morelia, etc, volverán a levantar un título. En el momento en que se acepten los errores que se pueden presentar en el deporte amateur, México ganará más medallas en Juegos Olímpicos y tendremos más y mejores representantes.