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«CUARTO PISO»: El camino de la muerte

¿Qué más querrán escuchar las autoridades y los empresarios para entender que los “doble remolques” son un verdadero peligro?

Este miércoles se realiza en el Senado el foro “Pesos y Dimensiones de las Configuraciones Vehiculares que Transitan en las Vías Federales de Comunicación”. ¡Qué tal con el nombre eh! Se escucha espectacular, pero no es otra cosa que el tema de los tráileres con doble remolque que circulan por las carreteras del país y que tantas muertes han ocasionado.

 

¿Servirá de algo este foro? No soy pesimista, pero vea usted. Además de los legisladores, habrá representantes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Policía Federal, Comisión Federal de Competencia, Siete Asociaciones de Transportistas, Asociaciones de tiendas, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, y la CONCAMIN, entre otros.

 

Académicos, expertos y cuatro representantes de la sociedad civil, para decirlo en blanco y negro: tres de ellos son padres de familia que reabrieron el debate después de haber perdido a sus hijos en un accidente donde estuvo involucrado un doble remolque.

 

El escenario no está parejo. Pero no importa, jamás lo ha estado. Fue el empeño, las agallas y el dolor de esos tres padres que sacudieron el tema, que ganaron la batalla para llegar a este desigual foro. Ganaron muchos adeptos, sociedad civil, legisladores y, sin duda, alguno que otro funcionario que prefiere el silencio.

 

¿Qué más querrán escuchar algunas autoridades y los representantes de la mancuerna Transporte-Comercio para entender que ese tipo de vehículos son un peligro?

 

Sabemos que en México se viola la norma internacional, que el peso y la longitud de los tráileres son superiores a los permitidos en Estados Unidos, Canadá y Europa.

 

En los últimos 10 meses, aunque no lo reconozcan las autoridades, se han registrado más de mil muertes por accidentes por este tipo de vehículos de carga doblemente articulados.  

 

No es ninguna novedad que conductores manejan durante largas jornadas; por supuesto, más de ocho horas, de día y de noche. Operadores mal pagados que, en la mayoría de los casos, se ayudan con un sinfín de trucos, sustancias, la famosa “pastilla verde” conocida como “perico” o anfetaminas para aguantar y manejar sin dormirse. Un coctel perfecto para convertirse en amenazas mortales.

 

El número de muertos y accidentes provocados por los fulles, debería ser suficiente para modificar la NOM-012-SCT-2-2014 y disminuir el tonelaje de carga.

 

En México se permite una longitud de 31 metros y un peso de 75.5 toneladas. En Estados Unidos, 25 metros de largo y 39 toneladas, y en la Unión Europea, 20 metros de longitud y 40 toneladas de peso máximo.

 

¿Por qué en México se niegan a sacar los tráileres doble remolque?

 

En los últimos años se han presentado varias iniciativas de casi todos los partidos políticos para sacarlos de circulación, disminuir el tonelaje y la longitud, porque son un riesgo potencial para la seguridad de los usuarios. Además, el peso aceptado en México incrementa el desgaste de la carpeta asfáltica y daña aún más las autopistas, de por sí en mal estado.

 

Los costos de mantenimiento también aumentan. Pero las iniciativas fueron arrumbadas a la congeladora, pudieron más los argumentos de los empresarios del maridaje Comercio/Transporte y de las autoridades encargadas del tema.

 

Una vez más pregunto: ¿cuántas víctimas inocentes más se necesitan para poner orden?

 

¡Qué memoria tan frágil para olvidar tantos accidentes! 

 

En abril de 2012, un tráiler con doble remolque conducido con exceso de velocidad se quedó sin frenos en la autopista México-Toluca y arrolló a un autobús en el que viajaban 36 estudiantes y tres profesores de la UNAM; 6 murieron y 30 quedaron heridos.  

 

Ese mismo mes, otro camión con exceso de dimensiones y carga que circulaba en el tramo Álamo-Potrero del Llano Veracruz, perdió su plataforma que se impactó contra un autobús y dejó 44 muertos y 26 heridos.

 

En mayo de 2013, una pipa con gas que llevaba un tráiler full se desprendió en la carretera México-Pachuca, explotó y murieron 22 personas.  

 

En julio pasado, en la autopista México-Cuernavaca un doble remolque se impactó en tres vehículos, murieron 4 jóvenes.

 

Estos son ejemplos de una lista interminable, pero parece que poco importa.

 

Hace unas semanas, el señor José Luis Caballero Leal me envió un artículo titulado “7 segundos”. En él explica que justamente son siete segundos el tiempo que le toma al último eje de un doble remolque recibir la instrucción de frenado. Es decir, el operador frena y siete segundos después el último eje de un doble remolque acata la instrucción. Súmele peso y velocidad y esos siete segundos se convierten en un mayor tiempo; es decir, más riesgo.

 

Y en las justificaciones de los accidentes casi siempre son que “fallaron los frenos”.  

 

Cifras, datos, promesas de operativos, de mayor control de los dobles remolque, capacitación de los choferes, es lo que se dirá hoy en el Senado. No cambiará nada. Ahí están las iniciativas. Pero los empresarios sólo quieren ahorrar gastos, ganar dinero y las autoridades del ramo ahí están para solaparlos. 

 

¿Y las pérdidas humanas y el dolor de tantas familias? ¿Eso a quién le importa?

 

#NoAlDobleRemolque

 

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