«CUARTO PISO»: Rinconcito de patria que sabe sufrir y cantar - Mujer es Más -

«CUARTO PISO»: Rinconcito de patria que sabe sufrir y cantar

Llegó tarde la solicutud de licencia de Javier Duarte para separarse del gobierno de Veracruz.

Parecerían buenas noticias, pero les falta algo, lo más importante. La licencia de Javier Duarte para separarse del gobierno de Veracruz y el retiro de sus derechos como militante del PRI, anunciado hace unas semanas, son dos noticias que llegaron demasiado tarde.  

 

Fueron años de acusaciones de corrupción e impunidad de un abominable gobernador que deja a Veracruz endeudado, ensangrentado, dolido y enfurecido.

 

¿Qué viene ahora? Es la gran pregunta. Qué falta para que, de verdad, sea buena noticia.

 

Javier Duarte, todos lo sabemos, puede huir del país para no enfrentar la consecuencia de sus tropelías, la cárcel. 

 

Será buena noticia, cuando la PGR, de encontrarlo culpable de desvío de recursos, de enriquecimiento ilícito y peculado, lo detenga (lo más pronto posible) y directo a prisión. De lo contrario, solo será -una vez más- un asunto mediático, una cortina de humo, una “caja china” rumbo a las elecciones del Estado de México el próximo año y por supuesto hacia las presidenciales de 2018.  

 

¿Por qué hasta ahora? Se preguntan muchos, a 48 días de terminar su mandato como gobernador. ¿Qué traerá entre manos, para enfrentar la ley, cuando ya ni su partido lo quiere?

 

Duarte es acusado del desvío de 35 mil millones de pesos y de contratos con más de 130 empresas fantasma –ya confirmado por el SAT- y, de acuerdo a una investigación de Animal Político, habría desviado 645 millones de pesos. 

 

Los veracruzanos lo responsabilizan de las crecientes desapariciones, asesinatos de jóvenes y periodistas, de abuso de poder, aumento de la inseguridad y diversas situaciones que han hecho imposible la vida en varios municipios del estado (tan sólo en los últimos 15 días han sido ejecutadas 40 personas). 

 

Durante su gobierno no defendió la vida de los veracruzanos, pero sí criminalizó el aborto, como consta en la reforma antiaborto que propuso y que en julio pasado aprobó el Congreso local. 

 

A mí, en lo personal -no sé a usted- me provocó indignación escuchar a Duarte decir una y otra vez: “No he robado nada, trabajé fielmente para servir al pueblo veracruzano, me están atacando con calumnias, sin fundamento”. 

 

En “Despierta” con Carlos Loret, argumentó que pidió licencia para atender las denuncias en su contra y no puede ser gobernador de medio tiempo, que no ha hecho nada fuera de la ley, que tiene la conciencia tranquila, que nada tiene que ocultar porque su patrimonio es público y que cumplió cabalmente con su responsabilidad como gobernador.

 

De verdad hay que ser extremadamente cínico para hacer esas declaraciones cuando Veracruz está infestado de problemas.

 

Los mejores deseos para los veracruzanos.  

 

Flavino Ríos Alvarado, para muchos uno de los cómplices de las “fechorías” de Duarte, será interino por 48 días. Después, el 1 de diciembre entrará en funciones Miguel Ángel Yunes Linares (PAN), el nuevo gobernador, también acusado de corrupción y enriquecimiento ilícito. Quien envalentonado y como si continuara en campaña anunció que ese día revelará información sobre Duarte que cimbrará al país. ¿Por qué no lo hace de una vez? ¿Qué esperará? ¿O será que también tienen un expediente de él?

 

La supuesta limpia en el PRI nos tiene en espera. Quizá inicie cuando caiga el primero, el tema es que no cae nadie. Qué va a pasar con César Duarte, en Chihuahua; con Roberto Borge, en Quintana Roo; con Rodrigo Medina, en Nuevo León; con Humberto Moreira, en Coahuila. La batalla anticorrupción priista tiene bastante tarea y aún no empieza.

 

En el PAN, con todo y su bandera anticorrupción, después de un año de terminar su mandato, anunciaron como medida cautelar suspender los derechos como militante al ex gobernador de sonora, Guillermo Padrés, mientras se realizan las investigaciones por las acusaciones de probables delitos de corrupción. 

 

¡Pobre Veracruz! ¡Pobre Sonora!

¡POBRE MEXICO!

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