«POLÍTICA DE LO COTIDIANO»: Hillary y Donald: empoderamiento y machismo - Mujer es Más -

«POLÍTICA DE LO COTIDIANO»: Hillary y Donald: empoderamiento y machismo

Mujeres en vías de empoderamiento ven esperanzas en Hillary. 

Los especialistas han reportado y analizado ampliamente las características y diferencias de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, y desde luego han resaltado el machismo y el racismo evidentes y burdos de Donald Trump. Me parece importante hablar específicamente de su machismo y misoginia, porque Trump no es sólo un patán que puede llegar a ser presidente del país más poderoso del mundo, es hoy la posibilidad de que su machismo sea “reivindicado”, con la elección de la mayoría estadounidense, como algo que está bien que los represente.

 

Las afirmaciones misóginas del candidato republicano en los años que lleva como figura pública, incluyendo su candidatura, han descrito a las mujeres como manipuladoras, interesadas, provocadoras –por ejemplo, piensa que el acoso en el Ejército es algo esperable-. Pero sobre todo ha descalificado el físico de las mujeres y ha proferido adjetivos como cerdas, gordas, perras. Ha ofendido a muchas mujeres famosas como a Rosie O’Donell, a quien llamó “animal repugnante”, y dijo de su contrincante demócrata que si no podía satisfacer a su esposo, menos podía satisfacer a su país. Insisto, éste no es un loco que anda suelto, representa a numerosos machos y violentos dentro y fuera de su país. Trump puede convertirse en un representante legítimo de esa violencia y machismo a nivel mundial.  

 

La candidata demócrata está llena de complejidades y nunca me atrevería a decir que el solo hecho de ser mujer la hace una mejor candidata. Pero es un hecho que es una mujer inteligente y con experiencia, que apoya un programa más liberal y democrático y ese solo hecho garantiza mejores condiciones para la no discriminación de las mujeres y otros grupos vulnerables. Pero más importante a nivel mundial, simbólicamente, es que una mujer demócrata ocupe la presidencia de los Estados Unidos, ya que sí tiene un efecto poderoso en el imaginario de muchas mujeres en vías de su empoderamiento. Porque representa el triunfo de tantos obstáculos que la cultura patriarcal ha puesto en el camino de las mujeres para llegar a lugares de poder, o simplemente para liberarse del machismo de sus propias familias.

 

Por eso, en esta ocasión, por las características de cada uno, esta contienda sí representa una lucha entre el machismo y el empoderamiento de las mujeres. Y cuando digo machismo, digo violencia, porque las afirmaciones de Trump no son un problema de mal gusto, sino de violencia, de agresiones que dañan a las personas en menor o mayor grado. Hillary hizo alusión en el reciente debate con este personaje a Alicia Machado, ex Miss Universo (1996) que fue víctima de su violencia cuando Trump era ejecutivo del concurso; la llamó “máquina de comer” y Miss Piggy, porque había engordado el año posterior a su triunfo. Estas declaraciones tuvieron, por supuesto, un efecto devastador en Alicia, quien se deprimió por un tiempo y tuvo que luchar para salir de ahí; se convirtió en actriz y activista por la comunidad latina. Y con su reciente ciudadanía estadounidense que obtuvo, votará -por primera vez- por Hillary, cuya campaña apoya activamente. Otro ejemplo de empoderamiento.

 

Sería muy esperanzador que en México tuviéramos ya la ocasión de que una mujer ocupara la presidencia por este efecto simbólico del empoderamiento de las mujeres. Desafortunadamente, la figura más probable para que esto ocurra, Margarita Zavala -mujer decente que me cae bien y quien ha hecho una destacada carrera política por su inteligencia y buen talante-, quien ha apoyado activamente acciones en pro de las mujeres, no puede colocarse en reivindicaciones más liberales al respecto porque se lo impiden su propio conservadurismo y el de su partido.

 

El próximo 8 de noviembre se juega una poderosa definición simbólica, la reivindicación del machismo y con éste de la violencia, o la del empoderamiento femenino. Lo que gane repercutirá en el imaginario de muchos hombres y mujeres sobre valores de discriminación y violencia o democráticos. Esto incidirá en los micromachismos y empoderamientos de la vida cotidiana

 

Adriana Segovia. Socióloga por la UNAM y terapeuta familiar por el ILEF. 

 

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