Inician los debates en la Asamblea Constituyente.
Las acusaciones, gritos y tensión que se vivieron ayer en las tres horas de sesión de la Asamblea Constituyente en la casona de Xicoténcatl, auguran todo menos una asamblea pacífica, con debate fluido. ¿El origen de la discordia? La insistencia de los constituyentes de Morena de rechazar la presencia de los 14 designados por el Senado y los 14 de la Cámara.
La evidente molestia de Javier Quijano, constituyente de Morena, fue que los designados no fueron electos por la ciudadanía, sino impuestos por las dos cámaras, además de que el artículo 125 de la Constitución no le permite a un ciudadano ejercer dos cargos de elección popular en forma simultánea.
César Camacho, diputado del PRI y constituyente designado, le respondió en un tono un tanto irónico que ellos no son funcionarios públicos “porque nos designaron los poderes legislativos, por lo tanto no somos funcionarios públicos, somos designados” y eso, desde su perspectiva, implica que no están violando el artículo 125 constitucional.
El otro gran motivo de discordia ayer en Xicoténcatl fue el método mediante el cual se va a definir el reglamento de la Asamblea. Augusto Gómez Villanueva, presidente de la Junta Instaladora, hizo su tarea de insistir, en forma casi necia, en que se votara uno de los puntos de la orden del día: crear una comisión del reglamento que se encargue del tema.
En contraste, Esthela Damián, de Movimiento Ciudadano, insistió en que sea un modelo alternativo y democrático para debatir el reglamento, que cada partido pudiera presentar en el pleno y no en una comisión de 11 personas su propuesta y allí con dos tercios de los votos se quedara como la definitiva.
Pero su ofrecimiento no prevaleció. Al final se quedó la propuesta de la comisión del reglamento integrada sólo por 11 personas: Elvira Daniel y Patricia Ruiz (Morena), Julio César Moreno (PRD), Eduardo Escobedo (PRI), Mauricio Tabe (PAN), Alejandro Bustos (PVEM), René Cervera (MC), María Eugenia Ocampo (Nueva Alianza), Andrés Millán (Encuentro Social), así como Manuel Díaz Infante, de los designados por el ejecutivo federal. Quedó pendiente el del ejecutivo local.
Así las cosas, da la impresión de que desde Los Pinos, a través del presidente de la Mesa Instaladora, Augusto Gómez Villanueva, se impone agenda en un asunto medular: el reglamento de la Asamblea Constituyente, que habrá de definir cómo se integrarán las comisiones, cómo serán los procesos de votación y una serie de elementos que habrán de determinar, en gran medida, el resultado final de la Carta Magna de la Ciudad de México.
Frente al protagonismo de Gómez Villanueva, contrastó ayer la figura de un Porfirio Muñoz Ledo, constituyente del PRD y también miembro de la Junta Instaladora, plegado a los designios del presidente, en parte porque el protocolo le impedía intervenir y en parte porque ni siquiera lo intentó.