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«HABEMUS FELIS»: Ragdolls, el ensueño de ojos azules

Los ojos azules de un Ragdoll y su nobleza. 

Dulces, amorosos, juguetones y se derriten en tus brazos. Aunque a algunos les pueda parecer imposible que un gato pueda tener este comportamiento, existe una raza que se le atribuye estas bondades, son conocidos como Ragdoll, que traducido al español significa “Muñeca de Trapo”. Estos ejemplares se caracterizan por sus hermosos ojos azules, su pelo semilargo suave, además de una cola densa y voluminosa que lucen orgullosos al caminar.

 

La pionera de esta raza fue Ann Baker, quien en los años 60 en California, Estados Unidos, rescató a Josephine, una gatita que al parecer era Angora blanca, la cual había sido atropellada por accidente y además estaba preñada. Gracias a los cuidados de Ann, la gatita y sus bebés sobrevivieron y al estar conviviendo con ellos, descubrió que su carácter dócil podría ser un potencial para desarrollar una nueva raza.

 

Fue así como Ann comenzó la crianza selectiva, aunque realmente de los otros ejemplares machos que fueron elegidos para originar a los Ragdoll, se tiene poca información; algunos sugieren que derivó de un macho Sagrado de Birmania, ya que los guantes y el pecho blanco son rasgos que siguen presentes entre estos gatos.

 

Los Ragdoll son conocidos por ser amables, cariñosos, además de su pelaje suave y sus ojos únicamente deben ser azules grandes y ovalados.

 

Debido a su temperamento, estos gatos disfrutan de la compañía de sus dueños, por lo que pueden llegar a ser demandantes; es por eso que si piensan adquirir un ejemplar de esta raza, es recomendable que no pase mucho tiempo solo, por lo que puede convivir sin problemas con gatos, perros, conejos e incluso pájaros. 

 

Sobre el estándar de la raza que dictamina FIFé (Federación Internacional Felina), los Ragdolls solamente tienen cinco patrones: Colorpoint, es decir puntos de color más oscuro en extremidades, cara, orejas y cola. El patrón Mitted presenta color blanco en barbilla y patas delanteras, además de unos guantes parecidos a los Birmanos. El patrón Bicolor que da la sensación de una “V” invertida en la cara del Ragdoll y las patas son completamente blancas.

 

También está presente el Lynx o Lince, el cual presenta marcas atigradas sobre el punto de color y en el rostro del Ragdoll se puede distinguir una W y finalmente el patrón Tortie o Tortuga que únicamente se presenta en hembras, por lo que en los puntos tortuga, los colores rojo y crema se pueden combinar para dar más variedades.

 

Respecto a los colores, se presentan en variedades como Seal o “punto foca”, que hace referencia a un color más oscuro en el rostro, además del Azul, Rojo, Chocolate, Lila y Crema. Son gatos de talla mediana que nacen completamente blancos y con el tiempo y la temperatura se define su color y pueden llegar a pesar 9 kilos, además de que tardan en desarrollarse por completo hasta los 3 años.

 

Fueron tantas las virtudes y referencias que encontré de los Ragdolls, que tuve el privilegio de  platicar con Alejandra Pardo Menéndez, bióloga de profesión y criadora de perros Galgos desde hace 14 años, quien el año pasado integró a su familia a Gigi, una hermosa Bicolor Punto Foca. Alejandra comentó que su amor por los gatos nació de una gatita doméstica blanca que vivió 16 años y por referencia de su veterinario, siempre se quedó con la idea de que su gata era de la raza Ragdoll.

 

Pese a que Alejandra tuvo acercamiento a otros gatos como los Británicos y Bengalís, decidió investigar un poco más sobre los Ragdoll; sin embargo dudó en varias ocasiones porque pensaba que su mantenimiento sería complicado por ser gatos de pelo semilargo. Fue entonces que en noviembre del 2015 acudió a una exposición, organizada por la Federación Felina de México, donde pudo contactar a Greta de la Llave Balderas, dueña del criadero Misi Angash Ñawi, que en Maya significa: “Hermosos profundos ojos azules”, en referencia al rasgo más particular de estos felinos. De esta manera, Alejandra se enamoró a primera vista de estos ejemplares y sintió una conexión especial.

 

La aventura de Alejandra inició en diciembre del 2015, cuando Greta le confirmó que Gigi estaba disponible y fue así que se trasladó a Veracruz, donde se ubica el criadero. Greta les dio la más cordial bienvenida a Alejandra, quien iba acompañada de su padre y ambos salieron muy satisfechos de este encuentro, porque tuvieron la oportunidad de convivir con 5 Ragdolls bebés, lo cual marcó a Alejandra porque fueron de lo más dulces y sociables pese a que era la primera vez que convivían con ellos.

 

Ale, al hablar de Gigi, se muestra muy entusiasmada. Comenta: “Estoy más que feliz, sin dudarlo es el gato de mis sueños. Gigi es dulce, tranquila, equilibrada, juguetona, jamás me ha roto algo, se deja apapachar y se lleva muy bien con mis otros perros, y sin dudarlo los Ragdolls son ideales para todo el público y son muy amorosos con los niños”.

 

“Gigi es más que un gato para mí, es mi amiga, mi compañera de vida y siempre que llego de un día agotador, todos mis problemas se olvidan cuando se sienta en mi regazo y empieza a amasarme. Al principio me daba miedo que su pelo se enredara, pero gracias a los cursos que tomé de grooming, me relajo cada vez que la baño y ella lo disfruta mucho, al final queda esponjosita y hermosa”.

 

 

Es importante que la gente interesada en los Ragdolls o en otras razas, investigue las características de la misma y se acerque a instituciones y criaderos responsables para no ser víctimas de un fraude. También es indispensable tomar en cuenta el espacio y el estilo de vida, a fin de encontrar al felino que más se adecue a las necesidades de la familia, por lo que la decisión de adquirir o adoptar un animal de compañía no debe ser por impulso ni mucho menos por moda, se debe actuar responsablemente ya que son seres que toda la vida van a depender de sus dueños y requieren alimentación, cuidados médicos, compañía y sobre todo mucho amor. 

 

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