In Memorian: De una reportera a Juan Gabriel - Mujer es Más -

In Memorian: De una reportera a Juan Gabriel

También Carlos Salinas era un gran admirador de Juan Gabriel. 

Juanga, te llevo en mi corazón.

 

Con una punzada en el corazón leí mensaje de una amiga: murió Juan Gabriel. Las lágrimas salieron fáciles. Generaciones enteras vivimos, cantamos, lloramos y nos emborrachamos teniendo como fondo alguna de sus canciones. Cubría la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari, cuando en uno de sus recorridos por el país coincidía la presentación en un palenque de este prolífico cantautor. Como el entonces candidato y reporteros estábamos hospedados en el mismo hotel, se me ocurrió buscarlo. Era 1988, toqué a su cuarto y para mi sorpresa me recibió. Un séquito de seguidores lo rodeaba. Sólo le dije que era reportera y que cubría la campaña presidencial. Ya sabrán las cursilerías que le dije; me dio un beso y me regaló una flor. Por la noche varios reporteros e incluso el candidato Salinas, fuimos a verlo al Palenque. Ahí descubrí que su música y voz se aderezaban de un enorme dominio escénico, que hacía bailar al más exquisito, que Juan Gabriel era Juanga, un animal del espectáculo.

 

Todo él era show. Sus bailes, su voz -que la manejaba a capricho-, la ronquera con la que hacía malabares, los pestañeos que no pasaban inadvertidos. Bueno, hasta el más bigotudo y sombrerudo terminaba gritando “te quiero Juanga”. Ya después descubrimos que Carlos Salinas era un gran admirador de Juan Gabriel. Incluso fue el show en una Cumbre Iberoamericana. Ahí canto y bailó para los asombrados líderes –no todos lo conocían-. Arrobada por ese primer palenque, hice de Juan Gabriel mi compositor y cantante casi de cabecera. Fui a sus conciertos en el Auditorio Nacional.

 

La última vez que lo vi, fue en una comida de navidad para quienes trabajábamos en Televisa. Fue la última para mí. Ahí, para nuestra fortuna, Juan Gabriel casi nos cantó mesa por mesa. Todos, como era costumbre, terminamos coreando y bailando sus canciones. Ahí, por última ocasión a mis ahora ex compañeros escuché cantar “Abrázame muy fuerte”, mi canción favorita, la que hice casi como himno de despedida del lugar donde trabajé muchos años. Juanga, te llevo en el corazón. Tu partida sí que me puso muy triste, sí que me arrancó lágrimas. 

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