El poder del Mochomito, tras el levantón.
A bote pronto, las autoridades de Jalisco filtraron la información de que el Cartel Jalisco Nueva Generación era el presunto responsable del levantón de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de El Chapo Guzmán.
Nunca argumentaron los elementos ni la hipótesis de que fue porque tanto Iván Archivaldo como Alfredo, habían invadido su territorio por haber pasado de Bahía de Banderas, Nayarit a Puerto Vallarta. No resultaba lógico.
Otro elemento que no embonaba era el número de vehículos (cinco) en los cuales habían viajado quienes fueron plagiados y las mujeres que los acompañaban.
Tampoco que los responsables del cinturón de seguridad de la fiesta para Iván, quien cumplió 33 años el pasado 15 de agosto, descuidaran de esa forma su función. Baste señalar que el primero, Rodolfo Córdova Pérez, fue escolta de Emilio González Márquez y otro de su círculo de seguridad militar en retiro.
La escena refería más a una secuela del ataque ocurrido en La Tuna, ordenado por otro Alfredo -familiar de los Guzmán Salazar-, de apellido Beltrán Guzmán.
El Mochomito o Chamacón, junto con Daniel, El H9, habrían planeado levantar en el restaurante La Leche a Alfredo, según la versión de la Fiscalía de Jalisco. Aunque no explican qué pasó con Iván Archivaldo, a quien en ese lugar le habían cantado las mañanitas.
Iván tiene un peso mayor dentro de la estructura del Cartel de Sinaloa que pertenece a Joaquín Guzmán Loera y que está a cargo principalmente de su hermano Aureliano Guzmán, el Guano.
Una versión tras el levantón publicada en un blog, calificaba a los hijos de Joaquín Guzmán Loera como “los sapitos Guzmán”. En alusión a que habrían delatado a alguien.