El PRI estaría dispuesto a apoyar a Acción Nacional.
Hace pocas semanas, los legisladores del Partido Revolucionario Institucional recibieron la encomienda de bajar la mayor cantidad de recursos de las secretarías de Desarrollo Social y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, mediante proyectos. La directriz no tendría una trascendencia mayor de no ser porque ocurrió en la coyuntura de que en 2018 el PRI estaría dispuesto a apoyar a Acción Nacional, para que éste último regrese a Los Pinos.
Así, mientras la versión con relación a que el PRI optaría por pactar con Acción Nacional para que en el 2018 llegue ese partido y no Andrés Manuel López Obrador, crece entre los tricolores, en otra pista la mayor parte de los diputados federales de la bancada tricolor en San Lázaro se suman a la instrucción que recibieron de la secretaría general de su partido.
Algunos legisladores consideran que si bien el PRI preservará en el 2017 la gubernatura del Estado de México, el triunfo de su partido en el 2018 para refrendar la Presidencia de la República, no lo vislumbran nada halagüeño.
Para argumentar el temor de los tricolores baste ejemplificar con el hecho de que las encuestas de probables aspirantes están a tercios, que el número de animadversos al PRI es alto, que perdieron un caudal de votos en Veracruz, y que su otrora voto duro dejó de ser tal porque en estados como Durango, desde su militancia priista muchos de sus cuadros jugaron en contra de sus candidatos en la pasada elección del 5 de junio.
Otro factor es el golpe de timón que les dio el presidente Enrique Peña Nieto, con la llegada a la presidencia nacional del PRI de Enrique Ochoa, quien pese a la disciplina que le autoimpusieron muchos de sus correligionarios, es visto como alguien ajeno a ese partido.
Hay una anécdota respecto a las legisladoras federales del PRI, algunas de ellas en un grupo de chat, al enterarse de que sería el ex director de CFE el ungido, se molestaron y advirtieron de hacer público su enojo por redes. Esto no pasó a mayores porque una diputada norteña calmó los ánimos y llamó a ser institucionales a sus correligionarias.
A este escenario se suma un dato, aseguran que en el 2012 Felipe Calderón Hinojosa ayudó a Enrique Peña a ganar la elección presidencial, y por tanto el actual mandatario federal podría ser recíproco con el panista y apoyar a su esposa Margarita Zavala.
Hipotético hasta ahora este escenario. Así que habrá que esperar en qué y para cuáles fines emplea la bancada priista en San Lázaro, los recursos que baje de Sedesol y de Sagarpa, si para fortalecer feudos locales o para contrarrestar la pérdida de 7 gubernaturas este año, con miras al 2018.