Criminalizar a las mujeres que aborten en esa entidad.
El Congreso de Veracruz y el gobernador Javier Duarte determinaron criminalizar a las mujeres que aborten en esa entidad.
La votación fue de los integrantes de la LXIII Legislatura fue así: 34 a favor, 9 en contra y una abstención para reformar el Artículo Cuarto de la Constitución que es el primero del Capítulo Segundo de ese ordenamiento y que trata de los Derechos Humanos.
En ese artículo se adicionó un texto en el que el estado garantizará el derecho a la vida del ser humano, desde el momento de la concepción hasta la muerte como valor primordial que sustenta el ejercicio de los demás derechos.
Así, un jueves 28 de julio de 2016, la mayoría cercana al gobernador Duarte determinó que las mujeres que aborten deben ser criminalizadas y se les niega por obra y gracia de quienes debían representarlas, el derecho a decidir sobre su cuerpo, su vida y su futuro.
No privaron los argumentos científicos, sino los políticos y religiosos. El priista Javier Duarte no observó los tratados internacionales que ha firmado México en la materia ni tampoco hizo caso que desde organismos como La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ONU Mujeres y la propia Secretaría de Gobernación para no vulnerar los Derechos Humanos de las Veracruzanas.
Incluso, la Suprema Corte ha determinado que la protección a la vida desde la concepción no es absoluta pues en el caso de una mujer embarazada se deben hacer compatibles los Derechos Humanos de ellas con las del producto.
Un dato alarmante como la propia aprobación: Veracruz es un estado que registra el tercer lugar de muerte materna. Es el primero en niñas y adolescentes embarazadas de entre 10 y 14 años. Pos si fuera poco, la violencia de género es altísima: en los que va del año, a más de 100 niñas desaparecidas; 46 asesinadas y se han declarado 33 feminicidios.
Estamos en el Siglo XXI y a las veracruzanas las han regresado de un plumazo a la época más oscura de la humanidad.
No puede decidir sobre su sexualidad. Les han negado el derecho a decidir sobre su cuerpo y también se las ha cancelado su derecho a vivir con plenitud.
Abortar no es un método anticonceptivo, es un derecho que toda mujer debe tener para no morir en una sesión realizada en la clandestinidad en condiciones propicias para garantizar su muerte.
Javier Duarte quiere cerrar con broche de oro su gestión. Criminalizar a las mujeres de su estado en caso de abortar. ¿Podríamos esperar algo más de este personaje?