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«DESDE WASHINGTON»: Hillary Clinton, la disyuntiva

Vladimir Putin está detrás de todo.

A pesar de que la principal crítica que se le hace a Hilary Clinton es que por haberse casado con un presidente de Estados Unidos todo se le ha dado fácil, la verdad es que la ha tenido—y sigue teniendo—muy difícil. Según la mas reciente encuesta de la televisora CNN, el candidato por el partido Republicano, Donald Trump, le llevaría una ventaja de 3 puntos en las intenciones de voto.

Aunque es típico que después de una convención el candidato nominado suba en las preferencias electorales, la situación no deja de ser preocupante. Sobre todo porque el alza en la puntuación de Trump se podría dar también como resultado del escándalo que ocasionó la publicación que hizo WikiLeaks de miles de emails internos del partido Demócrata en la que claramente se ve que sus dirigentes trataron por varios medios de bloquear el avance de Bernie Sanders. El senador ya lo había denunciado y era claro en muchas formas que el aparato del partido estaba con Hilary, pero los emails demuestran sin el menor asomo de duda que hicieron hasta lo imposible para sabotear la candidatura del senador de Vermont.

El escándalo le ha quitado el ánimo festivo a la convención nacional del partido Demócrata que arrancó (25 de julio) en Filadelfia y la puso en modalidad de emergencia. El evento, cuyo principal objetivo es designar oficialmente a Hilary como candidata a la presidencia de Estados Unidos, se ha tornado en una insistencia desesperada por parte de los oradores de impedir a toda costa el avance de Trump.

Para parar el escándalo, la presidenta del partido Demócrata Debbie Wasserman Schultz anunció su renuncia, pero eso no ha sido suficiente para contener la indignación de los simpatizantes de Sanders. De hecho, han sido tan vocales en su repudio que cada vez que se mencionaba el nombre de Hilary, se escuchaban sus abucheos. Por eso, de último momento, la participación de Schultz como oradora en la convención fue cancelada. El mismo Sanders está pidiendo calma a sus seguidores, subrayando que ahora lo único que importa es apoyar a Clinton para que no llegue Trump a la Casa Blanca. El equipo de Hilary ha denunciado que el gobierno ruso de Vladimir Putin está detrás de la acción de WikiLeaks. La idea es que Putin quiere que Trump llegue a la presidencia de Estados Unidos.

Mas allá de lo dado a conocer por WikiLeaks, los seguidores de Sanders estaban ya muy decepcionados de que Hilary no lo haya escogido como su compañero de fórmula. Hilary se decidió por Tim Kaine, un político más moderado para ser su vicepresidente. La elección de Kaine, senador y exgobernador de Virginia, diseñada para atraer al voto hispano sabiendo que sin el en estos tiempos, es imposible llegar a a Casa Blanca. Kaine habla español moderadamente bien y lo utilizó en varias ocasiones durante su primer discurso público, luego de que se anunciara su candidatura en Florida. Kaine vivió un tiempo en Honduras y es católico, y de todo esto habló en su discurso. Además prometió que entre las prioridades de su gobierno y el de Hilary estaría pasar una reforma migratoria justa. A tal punto esta la campana de Hilary tratando de atraer el voto latino que por primera vez en la historia de un evento oficial como la convención Demócrata habrá un panel de inmigrantes indocumentados.

Así que si no por otra cosa, el que Hilary gane la presidencia de Estados Unidos, debe ser un imperativo de la causa hispana. Por otro lado, aunque lo que hizo la dirigencia Demócrata contra Sanders es inadmisible, la realidad es que el senador por Vermont nunca militó en el partido. Sanders siempre se manejó como independiente. Por eso y más, esperemos que Sanders logre calmar los ánimos de sus seguidores y los convenza de que la única disyuntiva aceptable es Hilary.

 

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