Falta de cultura deportiva.
Les he platicado mucho sobre los atletas mexicanos que nos representarán en los Juegos Olímpicos de Río 2016, los cuales están a la vuelta de la esquina, pero no puedo dejar de platicarles sobre los otros olímpicos, los que estarán compitiendo a partir del 7 de septiembre en Río de Janeiro.
Son los deportistas paralímpicos; 66 grandes atletas que nos representarán con orgullo y pasión, buscando superar las 21 medallas conseguidas en Londres 2012.
66 historias de éxito, de motivación, de fortaleza: 35 hombres, 31 mujeres, que no importa cuántas veces nos platiquen por qué no tienen alguna parte de su cuerpo, siempre nos harán reflexionar y motivar para algún día, hacer nuestros sueños realidad.
Como cada cuatro años es la misma historia, los reflectores se los llevan los del “deporte convencional” y no sólo en México, en todo el mundo. ¿Por qué pasa esto? Tendríamos que entender en un principio que el deporte es un negocio, y que los patrocinadores apoyan con fuertes cantidades económicas a los Juegos Olímpicos y en menor cantidad a los Paralímpicos.
Falta de patrocinadores, de cultura deportiva… no nos cansamos de ver a las mismas figuras de clavados, tiro con arco, taekwondo, que si bien ya son unos ganadores con asistir a unos olímpicos, los que siempre nos dan una mayor satisfacción, son los del “deporte adaptado”
No sé si esto cambiará algún día, pero los invitó a intentar cambiarlo del 7 al 18 de agosto, apoyando a nuestros atletas, a nuestras figuras como Nely Miranda, flamante abanderada nacional; el gran Juan Ignacio Reyes; la campeona Amalia Pérez, verdaderos héroes que nos demuestran que nada es imposible, que siempre existe la forma, que se quitaron el “No se puede” de la cabeza y lo cambiaron por un “así se puede”.