Que no se sature con horarios tan largos.
La doctora Cristina Curiel Castelazo, psicoanalista y académica del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, hizo unas recomendaciones a los padres de familia para estas vacaciones con sus hijos, ya que en estas temporadas muchas familias mandan a sus niños a tomar muchos cursos de verano, de manera que, en ocasiones, tienen horarios aún más largos que los escolares ya que son usados a manera de guarderías.
Ella explicó que pese a que es muy válido que los padres que trabajan no puedan dedicar el tiempo suficiente a sus hijos durante las vacaciones de verano, es importante que el curso incluya algo que en verdad le interese al niño. “No se debe exagerar en eso, pues entonces lograremos lo contrario, que en vez de desarrollar habilidades y sentirse contento, el niño esté irritable y no desarrolle nuevas habilidades… también hay que considerar que terminan su curso escolar cansados, por lo que es buena idea enseñarles a disfrutar su tiempo de descanso”,dijo.
Además, de que la demanda por estos cursos de verano es cada vez más grande, por ejemplo: en 1994 el Centro Nacional de las Artes abría grupos de 20 personas, ahora con más de 150 lugares no cubre la demanda de las personas, de igual manera sucede con los lugares que ofrecen los diferentes actividades, como Paseando por los Museos, Arte en los Museos, etcétera.
Otra de las recomendaciones de Cristina Curiel fue que los padres no deben buscarles nuevas ocupaciones a sus hijos para continuar con sus actividades cotidianas y agregó que hay que dejarles por lo menos un par de semanas libres del verano para que los hijos puedan usar su tiempo libre como ellos deseen, pues no se debe enseñar a los niños que ni en vacaciones se puede descansar.
Con base en eso, explicó que los cursos con temas afines al contacto con la naturaleza, las actividades musicales y artísticas, o cursos temáticos (dinosaurios, piratas, magia), permiten desarrollar muchas y diferentes áreas, comenzando con su cerebro, que se adapta a situaciones distintas a las que encuentra en el aula. Y enfatizó “las prácticas recreativas-educacionales no deben usarse al estilo de una guardería”.