Como Alicia en el país de las maravillas
Como en Alicia en el país de las maravillas, el nuevo dirigente del tricolor pretende mostrar un partido distinto al que hemos conocido millones de mexicanos en estos años de retorno al poder, y durante varias décadas del siglo pasado.
El designado presidente del Revolucionario Institucional describe un partido que parece existir sólo en la imaginación de quienes se creen el relato del país de fantasías, en donde abundan personajes similares al Conejo Blanco mirando insistentemente el reloj del 2018, la Liebre de Marzo, que parece más liebre de julio queriendo llegar en primer lugar y ganar la carrera, aunque sea sólo dando círculos y círculos como en el capítulo III del cuento: “Una carrera en comité y un cuento largo”.
El nuevo dirigente habla de conectar de nuevo con la sociedad de abrir los brazos del PRI. No alcanza a ver que la sociedad difícilmente querrá regresar a los brazos desgarradores de ese PRI que le mintió durante casi un siglo, que tuvo una oportunidad de oro en su regreso a Los Pinos, pero la desperdició, y siguió mintiendo, un partido que siguió extraviado en la ambición, la soberbia y la corrupción. Para muestras: Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz. Aahora expresa presuntas intenciones de ir con todo contra las corruptos: ¿habrá que creerle? “La burra no era arisca”, dicen por ahí.
Y es que, ¿quién puede creer un discurso en donde se sigue hablando de una justicia social que después de casi ocho décadas sigue sin llegar? Como en el capítulo IX del cuento de Alicia: “La Historia de la Falsa Tortuga” nos lleva “ante la Falsa Tortuga, para que nos cuente su historia y lo que hay es una criatura sollozante, con caparazón de tortuga, pero con cabeza y patas de novillo”.
La Reforma Educativa y la política del aquí mi chú
AQUIMICHÚ” UN PASITO PA’ ADELANTE Y DOS PASITOS PARA ATRÁS…
Como para que no se vea que al final las protestas de la disidencia magisterial encabezada por la CNTE lograron que se respondiera a sus exigencias, se habilitó o más bien, rehabilitó al magisterio oficialista del SNTE, para la puesta en escena. Se cedió, pero nada más tantito. Ah, y dirán: “y no en sus mesas; ésas eran sólo políticas. Se llegó a acuerdos, pero en las ‘otras’, allá con el interlocutor innombrable, habrá cambios, para no decir derogación de la Reforma educativa
Y como dijera el apreciado: “Pues ahora sí que la política del aquimichú“. La canción narra la historia de una burrita. “Aquimichú”, terca, obstinada, y que se hace del rogar, y cuando al fin a fuerza de porfiar la hacen adelantar un paso, ni tarda ni perezosa, echa dos pasos pa’tras”.
Paloma Ruiz
Es comunicóloga de la UNAM, con especialidad en Marketing por la Universidad de Berkeley. Ha combinado a lo largo de su vida profesional el análisis político en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, con el diseño de estrategias de comunicación y las relaciones públicas. Un gran placer por observar y descifrar los eventos políticos del día a día… guerrera de la vida y amante del mar y del buceo.