¿Cómo entender que hoy la hija del hombre acusado de corrupción y de crímenes pueda estar con un pie en la presidencia peruana?
Terminaba de leer Cinco esquinas, el último libro de Mario Vargas Llosa, cuando me encontré con la noticia de que Keiko Fujimori podría ganar la presidencia de Perú. No salgo del asombro. Me explico.
Cinco esquinas tiene como punto medular a " El doctor", personaje producto de la ficción del autor para retratar a Vladimiro Montesinos, quien fuera el "poder detrás del trono" del presidente Alberto Fujimori. Vargas Llosa retrata el ejercicio del periodismo amarillo del que se hacía valer "El doctor" para destruir a los enemigos políticos de Fujimori, quien sí aparece con su nombre real en la novela. Torturas y violaciones, muertes y demás execrables recursos del régimen fujimorista para someter a quien se interpusiera en sus intereses.
Fujimori y Montesinos están tras las rejas. Entonces: ¿cómo entender que hoy la hija del hombre acusado de corrupción y de crímenes pueda estar con un pie en la presidencia peruana?
La mayoría de los analistas coinciden en que en el subconsciente del ciudadano pobre -que es mayoría-, ha pesado más el recuerdo de el "El Chino" llevando a la cárceles a los terroristas, pero sobre todo repartiendo refrigeradores, llevando agua potable donde por años no había, pavimentando calles o entregando despensas. ¿Le suena conocido?.
Populismo puro. El voto duro, ése que se consigue con dádivas, promesas, soluciones mágicas, es lo que da a Keiko Fujimori la posibilidad de disputar en segunda vuelta electoral la presidencia peruana.
Ya en 1994, Keiko había sorprendido al aceptar el cargo de primera dama peruana cuando su madre ventiló el divorcio, aduciendo hasta tortura por parte del marido. A Keiko se le había acusado de traicionera. Tratando de "sacudirse" la imagen del padre, no se deja de insistir en que "No repetirá los errores de su padre". "Respetaré los derechos humanos".
Keiko tiene 40 años, estudió en Nueva York, está casada con un estadounidense y tiene dos hijas pequeñas. Como integrante del Congreso Peruano tuvo un papel bastante medianito.
¿Cuáles serían sus principales méritos para conquistar al electorado? ¿porqué no le afecta el apellido Fujimori? Sí, es cierto que nadie tiene la culpa de tener padres, hermanos o parientes autoritarios o delincuentes. Pero una de dos: o somos de memoria corta y masoquistas o efectivamente el populismo -de derecha o de izquierda- es algo que se avecina en el mundo y con el que vamos a luchar. Cinco esquinas, una gran novela sin desperdicio.