Le voy a llamar Roberto. Tiene 40 años y en este momento tiene fibrosis pulmonar a consecuencia del COVID19. Su esposa de 35 años también tiene ese daño en los pulmones, pero aunado a ello ataques de ansiedad o estrés postraumático -no se lo han diagnosticado por completo- pero se le está cayendo el cabello y tiene miedo de salir de su casa. ¿Cómo llegaron a esta situación?
Roberto me dice aún con gesto de tristeza y enojo: “llegamos así por una simple reunión familiar. Teníamos dos meses cuidándonos desde que se declaró la emergencia sanitaria, pero resulta que mis suegros nos dijeron que querían vernos porque llevábamos mucho tiempo sin convivir”.
La fecha la tiene muy en la mente. “Fue la tarde del 2 de mayo cuando se hizo a petición de mi suegra, la reunión en su casa. Yo no fui porque francamente me preocupaba convivir con los demás familiares. Fueron mi esposa y mis dos hijas a casa de sus abuelos. Al final llegaron 17 en total, entre cuñados y sobrinos”. Dos semanas después comenzamos con los síntomas, fiebres, dolor de garganta mi esposa y yo. Nos hicimos las pruebas y salimos positivos al igual que nuestras hijas, que por fortuna cursaron asintomáticas. Después se enfermaron los demás. Cuatro hospitalizados . Desgraciadamente mi suegro de 65 años falleció luego de permanecer intubado. Nuestra familia no acaba de reponerse del todo esto. Hay sentimiento de culpa, impotencia por todo lo que ocurrió en este tiempo. Dejé de trabajar, apenas me estoy reponiendo”.
La historia de Roberto tuvo lugar en el Estado de México. Junto con su esposa e hijas estuvieron más de 70 días aislados y luchando contra el COVID19. “Finalmente la libramos, pero ahora resulta que los dos quedamos con daño pulmonar”. Así pasa en algunos enfermos de COVID19, aun sin haber estado graves, quedan secuelas en los pulmones o en otros órganos del cuerpo. Ahora, también se preocupa por la salud mental de su esposa, quien además perdió a su padre.
Todo comenzó sí, en una reunión familiar, 18 contagiados y un muerto. Son las tragedias entorno al COVID19. Y así llegó México a la cifra terrible de los 64 mil 158 muertos y 595 mil 841 casos acumulados en seis meses de pandemia.