jueves 21 noviembre, 2024
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COLUMNAS PATY BETAZA

«MIRADA GLOBAL» La violencia comienza en casa

 

Regina tiene 53 años y sufre desde hace cinco una ansiedad desbordada que termina en depresión. En su historia hay abuso de alcohol desde adolescente. Hoy ya controlada tras terapia psicológica y farmacológica, al fin encontró la calma. Ese control le permitió revisar su pasado y encontró que desde niña tenía terror nocturno -no pudo dormir con la luz apagada hasta pasado los 24 años de edad- miedo al ridículo y una autoestima en el piso. Sufría ataques de pánico desde entonces. Con la mente en calma pudo escudriñar en su pasado y descubrió que era objeto de maltrato verbal y golpizas por parte de su madre. El padre, un alcohólico en recuperación.

La historia que cuenta Regina reforzó lo que recién dio a conocer la organización Save the Children México: Al día de hoy, existen 420 millones de niñas y niños en el mundo viven situaciones de conflicto físico y mental.

Lo terrible es que No se necesita vivir en un país en guerra para que un niño o niña viva sometido. Josefina Menéndez directora de Save The Children México dio a conocer que en nuestro país, los niños viven situaciones de estrés desde el ámbito familiar. Se estima que seis de cada 10 niños mexicanos experimentan métodos de crianza violentos, como son golpes, humillaciones o insultos. De no recibir atención, pueden tener consecuencias en su desarrollo cognitivo y en su control emocional, como autolesiones, pensamientos suicidas y un pobre desempeño frente a sus pares. Un niño maltratado o que vive en una situación de estrés será un adulto mentalmente enfermo, por decir lo menos.

El caso más escalofriante del informe es que todos los días mueren cuatro niñas, niños y adolescentes debido a la violencia. Menéndez dice que esta última cifra pone en evidencia que la posibilidad de que un niño sea asesinado en México es mucho mayor que en países en conflicto armado como Siria o Palestina.

Otra situación alarmante es el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, se estima que por lo menos 30 mil menores de edad cooperan activamente con la delincuencia organizada. Save the Children dio a conocer que el informe de Violencia Niñez y Crimen Organizado de la CIDH de 2015, también revela que las condiciones de extrema pobreza que se vive en algunos sectores, les genera a niños y adolescentes un equivocado modelo de superación a través del crimen.

Las cifras de la organización Save the Children deberían servir para establecer políticas públicas y poner en marcha estrategias contra la violencia que se engendra dentro de los hogares. Se ha insistido en que la violencia no solo son golpes. Está violencia también devastadora, que se tolera y hasta se “normaliza”, como parte del carácter de las madres y padres “muy mexicanos”.

Regina pudo entender por ejemplo que ella fue producto de padres también adolescentes maltratados y abandonados. Los golpes e insultos que recibió desde la niñez si bien no los olvida hasta cierto punto los entiende: son patrones que se reproducen en nuestra sociedad y de manera constante que hoy tienen mucho que ver en los distintos rostros de la violencia. El informe de Save the Children debería poner las antenas a los tomadores de decisiones.

 

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