Nuevamente el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que llegó el fin del modelo neoliberal. Ahora lo hizo en el marco de la clausura del Foro Planeando Juntos la Transformación de México.
¿Quién es el destinatario de su mensaje: su gabinete, los sectores productivos, la academia o la sociedad en general?
No todos imaginan y desean construir el mismo futuro porque no parten del mismo presente. De igual forma no tienen un origen similar. ¿Por qué se supone que el voto electoral, aún de 30 millones de personas, puede integrar la heterogeneidad existente en México e igualar la diversidad de condiciones económicas, sociales, educativas, culturales, regionales, de intereses y expectativas de futuro?
El voto electoral no iguala dichas condiciones. Solo las estrategias correctas y gestión pública eficaz permiten evaluar la verdadera posición de cada cual.
De igual forma: únicamente la visión de mediano y largo plazo, que trascienda ciclos e intereses de grupos particulares puede revertir el deterioro social y económico que se vive en el país. La formación de alianzas debe tener objetivos precisos y mediables: crecimiento económico, generación de empleo formal, mayor bienestar y menor pobreza, por ejemplo. Eficacia más allá de la política.
Bajo el Estado Corporativo que ha regido en México durante décadas el interés privilegiado corresponde a los grupos cercanos al poder, y no son necesariamente los nacionales. A ellos se supedita el funcionamiento de las instituciones.
La “dictadura perfecta” logró capturar a la democracia electoral y también fue capaz de hacerlo con la oposición victoriosa del año 2000.
El momento cúspide de la capacidad de captura de las redes de interés del Estado Corporativo fue cuando el primer presidente emanado de un partido de oposición en la historia contemporánea de México negó su pasado y en 2018 invitó a votar por el candidato del partido al que derrotó el 2 de julio del año 2000. El segundo momento cuando su sucesor fustigó al propio partido que lo llevó a la cima del poder político. En el Estado Corporativo no existen lealtades e ideología, solo hay intereses.
El sistema económico es el resultado de las instituciones formadas por el Estado, la economía no escapa de los paradigmas teóricos. Por definición es una ciencia social que además expresa los resultados de la interacción que existe entre personas, empresas y gobiernos:
- La economía es el resultado de sus relaciones y ubicación en las redes de poder. De sus intereses.
Por ello el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá ser muy claro sobre el rumbo que desea dar al modelo económico que busca diseñar para sustituir al neoliberal que el considera es el causante de los problemas del país. Las inercias son muy fuertes y, junto con la desaceleración que vive la economía, pueden darle otro rumbo a su 4ª Transformación.
