Los obstáculos que las mujeres enfrentan durante su vida reproductiva son tantos y de distintas complejidades, que las ubica en un injusto estado de vulnerabilidad y lamentablemente lo encabezan las más pobres y las mujeres indígenas.
Hemos visto a mujeres dando a luz en la calle porque se les niega la atención médica en un hospital; niñas de 10 a 15 años embarazadas porque un familiar las violó; mujeres encarceladas por un aborto espontáneo; mujeres que sin su consentimiento fueron ligadas para que ya no tuvieran más hijos, y así puedo continuar las historias.
Innumerables casos de violencia sexual, embarazo adolescente, criminalización del aborto, esterilización forzada, muerte materna, violencia obstétrica y falta de servicios de salud para las mujeres.
Hace unos días, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), presentó el Informe “La pieza faltante. Justicia Reproductiva”. Donde se confirma que falta mucho por hacer, que el reto es grande y el avance lento.
Muestran un panorama sombrío, en el que, hoy en día, las mujeres no son libres de decidir sobre su propio cuerpo. Hacerlo, puede llevarlas a la cárcel.
En México, el aborto inseguro o clandestino es la cuarta causa de mortalidad materna. Su penalidad es de hasta seis años de prisión en algunos estados. Y todos los días hay una denuncia por aborto.
Únicamente en la Ciudad de México está legalmente permitida la interrupción del embarazo por voluntad de la mujer, hasta antes de las 12 semanas.
En caso de violación, los códigos penales en todo el país lo permiten. A pesar de ello, casi siempre hay trabas para negarles el servicio. Un martirio más para la víctima de una agresión sexual.
Tal es el caso de Pilar, de 15 años, a quien su tío la violó. Ocurrió durante unas vacaciones en Cuetzalan, Puebla, donde le negaron la posibilidad de interrumpir el embarazo de 10 semanas. Además, le advirtieron que, si se lo hacía en la Ciudad de México, el juez podría criminalizarla. GIRE ya la asesora.
Diez de cada 100 embarazos de niñas y adolescentes, son producto de una violación sexual.
EMBARAZO ADOLESCENTE, UN ASUNTO DE SALUD PÚBLICA
En 2017, 390 mil niñas y adolescentes fueron madres. La mitad, tuvo hijos no deseados. Todos los días hay dos nacimientos de madres de 10 y 11 años.
Entre los países miembros de la OCDE, nuestro país tiene la tasa más alta de fecundidad en estas edades.
Cifras aterradoras que urgen atención inmediata. El discurso y los buenos propósitos no han solucionado nada.
Otros datos de alarma son que, de las 8.7 millones de mujeres que tuvieron un parto entre 2011 y 2016, el 33.4 por ciento refirió haber sido maltratada por quienes las atendieron. El 13 por ciento reportó anticoncepción o esterilización forzada.
De 2012 a 2016, se registraron dos muertes maternas diarias por negligencia médica o por no tener acceso a servicios de salud. En promedio, 857 muertes maternas prevenibles.
Son muchas las deudas que el Estado mexicano tiene con las mujeres. Es urgente atenderlas con políticas públicas efectivas e integrales.
“Una verdadera transformación del país hacia una democracia libre y justa no será posible si se deja de lado a las mujeres”: Gire.
Las cifras y los pendientes ya están sobre la mesa para el nuevo gobierno.