Por. Berenice Sevilla
Óscar Antonio López Enamorado, desapareció el 19 de enero de 2010 en el estado de Jalisco. Su madre, Ana Enamorado, lleva 15 años cargando el dolor de su ausencia, 15 años de búsqueda, 15 años de soportar la indiferencia e impunidad de las autoridades que no hacen nada por encontrar a su hijo.
Ana, de nacionalidad hondureña, tiene claro que no obtendrá respuestas de la autoridad, porque, dice, son parte de la misma red criminal. Por ello, para los colectivos de familiares de personas desaparecidas, la respuesta de la sociedad que se registró el 15 de marzo durante la Vigila por Teuchitlán, fue “esperanzadora y motivadora”. “Nuestra esperanza está en la sociedad”, refirió.
“A mi me han preguntado si tengo esperanza en la autoridad, ¿qué puedo decir? Claro que no, con esa esperanza que llegué desde mi país, la perdí desde el momento que yo llegué por primera vez con una autoridad mexicana y les dije dónde podía estar mi hijo, el lugar donde me llevaron a mi hijo en el estado de Jalisco y la respuesta de la autoridad fue ‘no puede llegar ahí, ahí no puede llegar ni la policía’. ¿Por qué? Porque conocen la zona, saben que está pasando, además ellos los protegen.
“Y yo lo he dicho claramente, que nunca va a hacer nada la autoridad porque forman parte de lo mismo. Estos cárteles de los que tanto se habla, el crimen organizado, alguna mamá decía, es el ‘crimen autorizado’.
“Y yo lo que digo es, ese cártel institucional, esos a los que nosotras acudimos tan ingenuas, pensando que son ellos los que van a localizar a nuestros familiares y no es así. Entonces, nunca vamos a llegar a esa verdad, nunca vamos a llegar a la justicia, esto se va a seguir repitiendo si como sociedad no hacemos lo que ahora estamos haciendo”.
De ahí, que la activista agradeciera la presencia de quienes llegaron al Zócalo de la Ciudad de México y otras plazas públicas del país para acompañarlas. Y también de ahí su insistencia en el llamado a no dejarlas solas en su lucha.
“Agradezco muchísimo, como madre y como todas las familias, es el llamado que le hacemos siempre a la sociedad, que no nos dejen solas, porque en la unión está la fuerza. Cuando nos dejan solas es muy triste, porque decimos, nosotras también luchamos para que a usted no le pase, para que a su hijo no le pase.
“Hay que seguir tomando las calles, hay que seguir saliendo, hacer este tipo de luchas para que como familiares seamos escuchadas y que resuelvan”, aseveró.

Ana Enamorado, integrante de la Red Regional de Familias Migrantes, colectivo que nace en octubre de 2021 y que apoya y acompaña a familias de Centro y Sudamérica en la búsqueda de migrantes desaparecidos en México, reiteró que el llamado al gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, es que las volteé a ver, que las escuche y que atienda la crisis de desaparecidos que se vive en todo el país.
“Lo que queremos es eso, una exigencia para el gobierno, para la presidenta, que escuche, que atienda, que resuelva ese problema”, dijo.
Al recordar que este problema surgió hace varios sexenios y en su caso particular, durante el mandato del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, Ana Enamorado señaló que cada presidente o presidenta entrante debe asumir y resolver el problema, y no enfocarse en culpar a sus antecesores.
“Fue Felipe Calderón el que me inició en esta guerra a mí como madre, para que yo me tuviera que desplazar desde mi país, para venir a este país que no es el mío a buscar a mi hijo (…)
“Cada quien que va llegando, va tomando, va recibiendo en sus manos este paquete, ese día que hacen esa gran celebración y convocan y llenan las plazas, eso es lo que están recibiendo en sus manos, este país que se está cayendo a pedazos, y ellos lo saben. Así que no tienen que culpar que no es responsabilidad de ellos, que fue en otro sexenio, cada quien recibe este paquete, esto es un cementerio de personas. Miles de migrantes que no son reconocidos”.
Vallas, una barrera de silencio
Para ésta, como con otras manifestaciones como las del 8 de marzo y de los normalistas de Ayotzinapa, el Palacio Nacional también se vio cercado con vallas metálicas, cerco que para las madres simboliza una “barrera de silencio y de la negativa”.
“Estas vallas que nos ponen para que nosotros no nos acerquemos, es dar la espalda, es decir ‘no me importa’, ‘no me importa su dolor’, ‘hagan lo que quieran’, ‘yo estoy aquí muy bien en mi Palacio’. Es el rechazo, es una vergüenza el no querer asumir una realidad”. Así lo expresó la madre hondureña.

En este sentido, recriminó la posición de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien unos días atrás declaró que por una sola fotografía se estaba haciendo toda una interpretación de los hechos ocurridos en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco.
“Como no tiene el valor, la dignidad de salir a enfrentar esa realidad, no tiene esas agallas como mujer, como dijo que llega como una mujer presidenta a ocupar este lugar, a este Palacio donde ahora estamos protestando, por eso, por eso lo que hace es criticarnos, juzgarnos y decir también que las familias exageramos. ¿Exageramos el dolor y la lucha como madres por querer encontrar a nuestros hijos?”, aseveró.
Pero a pesar del desolador panorama, Ana Enamorado continuará en la búsqueda incesante de su hijo, a quien espera encontrar con vida, porque para ella es un hecho que el crimen organizado recluta a las personas, tal y como se ha vislumbrado con el caso del Rancho Izaguirre.
“Yo busco a las personas con vida. Llevo 15 años buscando a mi hijo con vida y he insistido en que lo voy a seguir buscando y he insistido en que las personas son reclutadas y están en algún lugar, que están en algún rancho, en algún campamento, que los tienen obligados.
“A las autoridades siempre los he obligado a salir a buscar con vida, algo que no les gusta porque les es más fácil, llegar, abrir fosas y las familias siguen encontrando huesitos, la misma autoridad los desaparece”.
