Por. Paloma Cuevas R.
Había evitado hablar del 27 de marzo de 2024.
Me había impuesto silencio de manera intencional…
Y aunque creí que podría evitarlo, me resultó imposible.
Anoche durante la entrevista que le realicé a Lorena Sanmillán en #ProyectoÍtaca, no pude evitar mencionarlo (https://www.youtube.com/watch?v=pYDAa6BaOpk&t=1601s).
Y por la noche el domingo 31 de marzo, al estar platicando un poco con mi editora, Berenice Vásquez Sevilla, al solicitarle apoyo con un tema para escribir esta noche y sacarme de mi área de confort para enfrentarme a la página en blanco, mencionó la palabra infanticidios y me rompí, más allá del llanto en mis ojos, el dolor ante la omisión de algunas autoridades, el sufrimiento de esa familia, el sufrimiento de la sociedad de Taxco, de la sociedad Guerrerense, de la Sociedad Mexicana, que desbordada se convierte en el brazo ejecutor de una justicia que no termina de llegar.
Me había prometido no decir una sola palabra sobre el tremendo acto de maldad cometido en contra de Camila Gómez Ortega y de su familia.
Atentar contra la vida de un menor es asesinar irremediablemente a los miembros de la familia que permanecen con vida y que jamás alcanzarán a comprender el porqué de un acto tan injustificable.
A estas alturas de la vida y del descaro me pregunto el porqué de las enseñanzas sobre ética, valores, amor por el prójimo, honestidad, verdad y justicia, si a la hora de existir son monedas de cambio obsoletas o al menos muy devaluadas.
MALDAD: De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española de la RAE, la palabra maldad cuenta con dos acepciones:
- f. Cualidad de malo y
- f. Acción mala e injusta.
A ella se relacionan las palabras: vileza, crueldad, inmoralidad, iniquidad, y carajada. No puedo en este momento pensar en que exista una manera de definir la conducta de aquellos que se atreven a violentar, lastimar y, peor aún, destrozar la vida de infantes indefensos que con esta definición.
El hecho de que una acción tan simple como ir a jugar a la casa de una “amiga” se convierta en el secuestro, tortura, maltrato y asesinato de una pequeña de ocho años, seguido de la inacción de algunas autoridades omisas, un linchamiento que termina con la muerte de la secuestradora y la revictimización de la madre de la menor a la que una autoridad se atreve a culpabilizar, es una crónica de acciones que parecen salidas de una película de terror, en la que la peor tragedia es para la ciudadanía que se sabe indefensa ante quienes la violentan sin consecuencias.
Sin embargo, muy infortunadamente este no es un hecho aislado. De diciembre de 2018 a diciembre de 2022 existe un registro de 299 feminicidios de niñas y adolescentes en nuestro país, – de los feminicidios denunciados, pero sabemos que existen muchos más sobre los que se guarda silencio, o que no son dados a conocer por razones diversas, – evidenciando la ausencia de políticas públicas que realmente sean contundentes ante el maltrato infantil y su consecuencia más terrible, el asesinato. El sistema patriarcal que continúa privilegiando el machismo, la indiferencia social y la ignorancia, son el caldo de cultivo perfecto para la perpetuación de la violencia.
Asociaciones como Aquí estamos y Colectiva Crianza Feminista, ponen el dedo en la llaga y mencionan la urgencia de continuar hablando del tema y exponiendo las cifras, porque como bien sabemos lo que no se nombra, se borra y termina por desaparecer.
Desafortunadamente hace falta mucha información, cursos de sensibilización y capacitación, así como privilegiar la salud mental, para prevenir la violencia y los actos que de ella derivan.
URGE trabajar desde las fiscalías, los juzgadores, los magistrados, ministerios públicos, policías, entre otros; políticas de prevención, asesoramiento y seguimiento a víctimas y sus familiares; y dedicar especial atención a la sociedad civil y los núcleos familiares, pues de manera frecuente, son quienes se convierten en los victimarios de sus hijas, hermanas, sobrinas y nietas.
Porque ninguna niña o adolescente deba temer ser asesinada por quienes deberían garantizar su seguridad y por una sociedad con cero tolerancia a la violencia, este articulo continuará el próximo jueves 4 de abril.
Gracias por su atención.
Paloma Cuevas R.: Mujer y madre. Femenina cuando le da la gana. Amante declarada de México, el mezcal, el buen café y la verdad sin anestesia. Humanista, sapiosexual, docente durante más de 22 años, filósofa, columnista, escritora y locutora en temas de Cultura, Política y Erotismo. Fundadora de #ProyectoÍtaca plataforma política y cultural. Locutora titular de #ProyectoÍtaca en Cadena Radio Mx. Promotora y gestora cultural incansable. Presidenta de la Academia para el estudio y difusión de la obra de Dolores Castro, por la Ilustre y Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de México. Asesora del Consejo Ciudadano de Historia, Cultura e Identidad Mexiquense SOMEGEM. Antologada en más de 50 títulos a nivel internacional. Ha publicado la plaquette de poesía “De amputaciones necesarias” y el poemario “Mujer en voz alta”. Condecorada en 2020 con la Medalla y el Pergamino Leona Vicario. Secretaria Nacional de Cultura México para la Red Internacional de Mujeres Líderes en Acción (RIMLA Internacional). Integrante del Mapa Nacional de Escritoras Mexicanas Contemporáneas. Directora Mundial de Comunicación y Relaciones Públicas del World Poetry Fest, hasta 2020. Embajadora Estado de México de Fridas de Barcelona. Embajadora de la Red Naranja del Estado de México. Escudo de Plata 2021, para la UHE-PORTUGAL /Unión Hispano Mundial de Escritores, por México.
